Crece la sospecha de que la niña desaparecida en La Coruña fue raptada

El bosque de Vimianzo (La Coruña) donde desapareció el pasado domingo la niña de cinco años Eva Lavandeira ha sido rastreado palmo a palmo sin que se haya encontrado el menor rastro de su paradero. Tanto las autoridades como los cientos de vecinos que han participado en la búsqueda descartan casi por completo que la pequeña, viva o muerta, se encuentre en el bosque, lo que alimenta la hipótesis de un presunto rapto. La pequeña desaparecida es muda y tiene problemas de autismo.

El gobernador civil de La Coruña, Carlos Vacas, confesó ayer que si no da resultado la última batida que se realizará hoy, las fuerzas de seguridad comenzarán a investigar "en otras direcciones".Durante tres días se ha intentado todo y se ha revisado cada matorral y cada hueco del monte, en un radio de unos 15 kilómetros. Ayer, el Gobierno Civil recurrió incluso, a los cazadores de la zona. Un centenar de hombres, acompañados de sus perros, rastrearon un bosque que la mayoría de ellos conoce perfectamente.

Asimismo, una dotación de un total de 40 agentes de una compañía de servicios especiales de la Guardia Civil de León se unió ayer a los vecinos de Vimianzo en la búsqueda de la niña desaparecida. También participó en las tareas de búsqueda el helicóptero de SOS Galicia, aunque el rastreo resultó infructuoso. Ayer se inspeccionaron unos 15 kilómetros en el monte Faro, zona que, según el alcalde de Vimianzo, Alejandro Martínez, ya se había rastreado "a fondo" en días anteriores.

No se halló el más leve indicio de la presencia de Eva, muda y con problemas de autismo. "Aún en el caso de que le hubiese ocurrido una desgracia", explicó el gobernador de La Coruña, "tendría que haber aparecido algo". "Hemos revisado absolutamente todo el bosque y por las características del terreno es casi imposible pensar que no haya dejado ningún rastro visible", aseguró el gobernador.

Nuevas investigaciones

Hoy hará la última batida, en la que participarán 50 guardias civiles especializados en ese tipo de rastreos. "Lo hacemos sobre todo para quedarnos tranquilos", señaló Vacas, "si ahora tampoco encontramos nada, tendremos la certeza casi al 100 por 100, de que la niña no está allí. Entonces habrá que investigar en otras direcciones y comprobar detalles en los que hasta ahora no se ha profundizado porque todo el trabajo se centró en la búsqueda". Descartada la hipótesis de que la niña esté perdida en el bosque de Vimianzo, la investigación se centrará en la posibilidad de que haya sido raptada por algún desconocido.De momento, tampoco se tiene constancia de la presencia de extraños en las inmediaciones del Monte Faro a primera hora de la tarde del domingo, cuando Eva acudió con su padre José Lavandeira para vigilar unos caballos salvajes. La niña quedó sola en el coche durante un cuarto de hora y cuando el padre regresó del bosque la pequeña había desaparecido. En la zona del bosque en la que supuestamente, se ha perdido la niña hay lobos y otras alimañas.

La falta de resultados del rastreo también pareció haber convencido a la familia de la pequeña de que ésta no se perdió en el bosque, como se creía en un principio. José Lavandeira acudió ayer al juzgado de Vimianzo para denunciar oficialmente la desaparición de su hija Eva.