Reporteros de Canal Sur no evitaron una paliza "para ser objetivos"

Los cuatro reporteros de Canal Sur juzgados desde ayer en Sevilla por no auxiliar a un proxeneta que fue agredido por una patrulla urbana explicaron que, no se interpusieron por tres motivos: miedo "ante una situación de violencia extrema" y de "caos que hacía imposible hacer algo"; porque estaban lejos cuando comenzó la agresión y por la necesidad del periodista de permanecer neutral y ser objetivo. Pero la cuestión más espinosa fue dirimir si realmente los ocho vecinos del barrio de San, Ildefonso, en Sevilla Este, estaban en la patrulla que apaleó al proxeneta y a una prostituta. Para desesperacion del fiscal, todos negaron todo. No sabían ni siquiera qué era una patrulla ciudadana.

La historia se remonta al 29 de octubre de 1993, cuando un equipo del programa, Los Reporteros, de Canal Sur, filmó la agresión a un proxeneta y a una prostituta por una patrulla ciudadana, que optó por tomarse la justicia por su mano para errad¡car del barrio a prostitutas, chulos y drogadictos. El vídeo emitido por televisión permitió identificar a los ocho vecinos que ayer se sentaron en el banquillo del Juzgado Penal número 2 de Sevilla y encausar a los periodistas por no socorrer a los apaleados.

La ex directora del programa, Lola Álvarez, qué arropó a los suyos en el juicio junto con el director de la RTVA, Joaquín Marín, dejó clara en el pasillo su postura: "Hicimos lo que teníamos que hacer y volveríamos a hacerlo. No era a nosotros a los nos tocaba intervenir".

Los cuatro reporteros explicaron que "en el caos de esa noche, con carreras y tensión, tuvimos miedo" y tan sólo pudieron filman la agresión cuando ésta ya estaba en marcha.