El fracaso del pacto presupuestarlo lleva a Andalucía hacia las elecciones anticipadas
Andalucía está al borde de las elecciones anticipadas. Socialistas e IU tensaron la cuerda de la negociación presupuestaria hasta romperla. Ayer fracasó el diálogo entre el PSOE e IU -los dos últimos días en Madrid- para que el Congreso aprobase una proposición no de ley en la que se instaba al Gobierno a "garantizar" el pago de 51.000 millones en concepto de fondos excepcionales de nivelación de servicios (la denominada deuda histórica), a pesar de que ese compromiso estaba recogido en el proyecto de presupuestos andaluces. Si Manuel Chaves cumple lo anunciado, en el primer trimestre del año habrá llamada a las urnas.
, El PSOE, Izquierda Unida y el Partido Popular habían presentado cada uno su proposición no de ley sobre la deuda histórica Con el objetivo de favorecer un acuerdo sobre los Presupuestos andaluces de 1996, los socialistas plantearon una enmienda transaccional para sustituir su propia proposición no de ley si contaban con el apoyo de Izquierda Unida. Al fracasar esta negociación, el PSOE retiró su enmienda y el Congreso votó cada una de las tres proposiciones inicialmente presentadas.La proposición socialista fue aprobada por 152 votos favorables (PSOE), 15 opuestos (IU) y la abstención del resto de la Cámara. La del PP fue rechazada por 167 votos negativos, 118 afirmativos y 10 abstenciones. La de IU también tampoco prosperó, al contar con 15 síes, 278 noes y dos abstenciones.
Enmienda retirada
En la enmienda transaccional que acabó retirando, el PSOE aceptaba cuantificar la deuda (51.000 millones) e instar a la comisión mixta Junta de Andalucía-Estado a reunirse en un plazo de 15 días, pero no se exigía al Gobierno "garantizar" el pago de la deuda. Esta falta de garantías provocó la ruptura con IU.Este fracaso significa que IU no retirará su enmienda, a la totalidad del proyecto de Presupuestos de 1996, que hoy se vota en el Parlamento andaluz. Como consecuencia, el hecho de que no haya Presupuestos (actualmente se funciona con los prorrogados de 1994) provocará que Chaves disuelva la Cámara regional y convoque elecciones anticipadas, según había anunciado previamente.
El adelanto electoral no viene bien a ninguna de las cuatro formaciones con representación parlamentaria en Andalucía, aunque el PP parece el menos perjudicado. Pero en algo coinciden todas ellas: una nueva llamada a las urnas no modificará sustancialmente el reparto de escaños (44 del PSOE, 41 del PP, 20 de IU y 3 de Coalición Andalucista) y, aunque las cifras varíen, está por ver si podrá evitarse la situación de ingobernabilidad y ausencia de diálogo.
Felipe Alcaraz, que defendió la iniciativa de IU, insistió en que la deuda, histórica es una cuestión de Estado que constituye "la supuración de una situación injusta". Alcaraz dijo que su formación había acudido a la negociación con mucha flexibilidad: "¿Qué está pasando que nos encontramos extrañamente solos? Hemos tenido que negociar en Andalucía y volver a hacerlo en Madrid".
La disolución del Parlamento autónomo, tras el fracaso de ayer, está asegurada. La incógnita es la fecha, aspecto que no ha desvelado Chaves, aunque la hipótesis más plausible es la coincidencia de autonómicas y legislativas. Sobre la hipótesis de que las autonómicas se celebren en marzo -mes en el que Felipe González ha anunciado que convocará las generales- pesa en contra un dato estadístico: siempre que ha habido coincidencia, los socialistas andaluces han conseguido menos votos que las candidaturas a otras asambleas.
El PSOE no oculta que el anticipo le desagrada, pero reconoce que es la única salida a la imposibilidad de sacar algo en solitario desde las elecciones de junio de 1994. En IU, por el contrario, la cercanía de las urnas fue acogida con normalidad. El "coordinador regional de IU, Luis Carlos Rejón, se apresuró a. decir que su formación está en estado perfecto de revista y lleva meses de campañía.
A medida que avanzaba la tarde en el Congreso, las posibilidades de acuerdo se desvanecían. El socialista José Caballos, interlocutor directo en las conversaciones, se despedía y tomaba un tren a Sevilla para atender un asunto familiar. Sólo Yáñez aguantaba el tipo en los pasillos con su enmienda bajo el brazo. El diputado socialista y Alcaraz no tuvieron reparos en escenificar delante de la prensa una trífulca en la que discutían quién era más intransigente.
El motivo de las desavenencias fueron los matices e implicaciones de los términos "valorar" y "asegurar". Todos insistían en que habían cedido al máximo en sus posiciones. IU, al renunciar al aval jurídico que garantizase los 51.000 millones de fondos de nivelación (mediante un acuerdo anterior de la comisión mixta o un decreto del Gobierno) y "conformarse" con el respaldo político del Parlamento.
Mientras todo esto se cocía, se enfriaba y a veces hervía, Chaves presidía en Sevilla el Consejo de Gobierno. El mensaje de su portavoz, José Nevado, a primera hora de la tarde era éste: el cobro de la deuda histórica sería efectivo en 1996, con o sin acuerdo. IU tenía la última palabra; si no accedía, sustentaría la política del PP. El presidente esperó colgado del teléfono el desenlace de la negociación, sin querer darla por perdida hasta el último minuto.
"Decisión de González"
Para Felipe Alcaraz, la negativa del PSOE a incluir en la proposición no de ley términos tajantes como "asegurar" o "garantizar" tiene una interpretación: "No nos podemos creer que los socialistas estén dispuestos a adelantar los comicios por una simple proposición no de ley, cuyo grado de incumplimiento en el Congreso es del 80%". En su opinión, detrás late una causa política de fondo. "González ha decidido que coincidan las generales con las andaluzas. González dispone en estos momentos del Parlamento de Andalucía, aun contra los intereses de Chaves".
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