Simon Peres anuncia que buscará la paz con Siria en la cumbre de Barcelona

Llegó a Bruselas, vio y convenció. El primer ministro israelí, Simón Peres, despertó ayer emoción y levantó aplausos de las delegaciones de los Quince, cuando reafirmó solemnemente su determinación de proseguir el proceso de paz en Oriente Próximo en un marco "regional". Peres anunció que aprovechará la Conferencia Euromediterránea de Barcelona para tender puentes con Siria y establecer con ella las bases para la paz. El sucesor de Isaac Rabin firmó con los dirigentes de la Unión Europea (UE) el acuerdo de asociación bilateral.

"Barcelona será una ocasión y espero, que no sea una ocasión perdida", enfatizó Peres, refiriéndose a que esperaba de esa cita, los próximos días 27 y 28, nuevos avances en el proceso de paz de Oriente Próximo, especialmente con Siria. "Cuando lleguemos a Barcelona, estaremos dispuestos a encontrarnos con los representantes que designen los sirios", precisó. Y dijo que las noticias procedentes del Gobierno de Hafez el Assad eran más positivas tras el jarro de agua fría que le supuso no recibir siquiera un telegrama de condolencia tras el asesinato del "capitán de la paz" que fue Isaac Rabin.Aunque recordó que su Gobierno ha firmado ya seis acuerdos de paz con sus vecinos "de los que hemos aprendido mucho"- y que por tanto no debía focalizarse todo el proceso en Siría,, Peres propugnó el diálogo con este país, sobre cuatro bases:

Primera, las negociaciones "deben ser a todos los niveles", y no sólo diplomáticos, para sacar partido de cualquier resquicio. Segunda, "no hay paz sin equivocaciones", por lo que es imprescindible la flexibilidad. Tercera, la negociación debe ser a nivel regional: "Hasta ahora, las negociaciones de paz han sido principalmente bilaterales", dijo, refiriéndose a los acuerdos con Egipto, Jordania y los palestinos; ahora, "el próximo peldaño es convertir a la zona en una verdadera región, y Siria puede adoptar un papel de liderazgo" a la hora de pactar una paz global. Y cuarta, "no hay que utilizar las propuestas ya conocidas, porque han muerto, sino buscar enfoques innovadores".

Toda la insistencia del primer ministro israelí fue para estas ideas de regionalizar el proceso de paz en lugar de reducirlo a una negociación bilateral, de la misma manera "que se construyó Europa", porque la paz sin desarrollo es difícil, "y no hay posibilidad de desarrollo económico sin desarrollo regional" de toda la zona.

Por ello cifró sus esperanzasen "la excepcional función" de la Unión Europea en el proyecto euromediterráneo. "Europa se nos ofrece como contribuyente y como donante", destacó, relacionando esa actitud con la propia de Tel Aviv, que ha firmado sus primeros pactos de paz "no por debilidad ni porque nadie nos lo haya impuesto, sino porque es nuestra obligación moral: no queremos dominar a otras personas, sino que los palestinos sean también libres y felices".

El presidente del Consejo de la Unión Europea, Javier Solana; el de la Comisión, Jacques Santer, y su vicepresidente Manuel Marín, vertieron también emoción en recuerdo de Isaac Rabin y en apoyo del proceso de paz. Éste ha creado un clima favorable que facilita enormemente la nueva política mediterránea de la UE", resaltó Solana. Que consiste, remachó Marín, "en sobrepasar el ámbito de la simple cooperación para convertirse en una asociación novedosa, política y económica". Peres puso aún la nota final: apoyará un acuerdo -similar al que firmaba- entre la UE y la Autoridad Palestina, aunque limitado a los aspectos económicos.

El acuerdo de asociación euromediterránea -segundo que firma Bruselas, tras el de Túnez, y al que seguirá el de Marruecos- diseña una zona de libre comercio progresiva, institucionaliza el diálogo político y hace especial hincapié en los programas de investigación científica europeos, a los que Israel tendrá acceso.