El voto de la Iglesia Católica

"Oremos, por la victoria del bien en un día tan importante para la patria... que Dios nos dé fuerza para que tengamos claro cuáles son los valores que refuerzan nuestra fe, y que no ocurra aquí lo que en Yugoslavia, donde lo católicos sufren tanto". Todos los feligreses, asistentes ayer a misa de una en la iglesia de San Estaníslao de Kotska, en Varsovia, mujeres de edad en su mayoría, sabían Io que su párroco estaba transmitiéndoles con tan singular mensaje. Algunos rezaron después bajo la nieve ante la tumba donde reposan los restos de Jerzy Popieluszko, el sacerdote de Solidaridad asesinado por la policía en 1984 y cuya tumba se ha convertido en lugar de peregninaje nacional.Hasta el último momento, la Iglesia católica polaca ha intentado inclinar el voto en favor del presidente Lech Walesa, su máxímo valedor. El cardenal, Jozef Glemp, primado polaco, declaró antes de depositar su papeleta que se trataba de elegir "entre un sistema de ateísmo [el representado por el candidato Kwasniweski] Y otro que reconoce a Dios".

En la ciudad sureña de Cracovia, de la que fue obispo Juan Pablo II y considerada un feudo electoral de Walesa, se leyó ayer una pastoral convocando a los fieles al voto masivo. El sábado por la tarde, víspera de las elecciones, hubo oficios especiales en todas las iglesias del país, ordenados por el cardenal Glemp, para pedir por el éxito de la jornada de ayer, la patria y Walesa.

Especialmente solemne fue el celebrado en el templo del Ejército polaco -su nombre es Catedral de Campaña-, en la capital. En una iglesia abarrotada, el obispo Slawoj Glodz, capellán de las Fuerzas Armadas con grado de general de división, pidió a los congregados que orasen para que 1a divina providencia ponga el destino de nuestra patria en manos de un hombre creyente".