Las obras de la línea 10 subterránea costarán 745 millones menos de lo previsto inicialmente

La constructora Dragados ha dado una alegría al Gobierno regional. Las obras de la nueva línea 10 del metro necesarias para atravesar mediante un túnel la M-30 y el río Manzanares, no costarán 1.445 millones, como habían previsto inicialmente, sino 700. El ahorro es consecuencia de la solución adoptada en julio para superar el problema de la pendiente que hacía inviable un trazado subterráneo. Separar 20 metros más la estación de Príncipe Pío del río Manzanares, ha permitido reducir la pendiente y rebajar el sobrecoste del proyecto en 745 millones de pesetas.

El Gobierno regional del Partido Popular superó en 20 días de mandato un conflicto institucional que había mantenido enfrentados dos años a la Comunidad -gestionada por socialistas- y al Ayuntamiento de Madrid -dirigido por el equipo del popular José María Alvarez del Manzano- .Decidió apoyar las tesis municipales -contrarias a la construcción de un puente sobre el río Manzanares y la M-30- y aportó la solución: una línea 10 subterránea entre las estaciones de Lago y Príncipe Pío. Costaría más dinero -1.445 millones, según calculó la empresa adjudicataria de las obras más, pero se salvarían algunos árboles y el impacto sobre la Casa de Campo, argumentaron los dirigentes del PP.

Menos obras

El problema que impedía hacer esta obra, según los socialistas, era que la próximidad entre el río y la estación de. Príncipe Pío imponía al trazado una pendiente del 4,5% (un desnivel de 4,5 centímetros entre dos puntos separados un metro) que los coches del suburbano no podían superar. Al separar 20 metros más la distancia entre el anden de la estación y el río, la pendiente se rebajaba y el proyecto era posible.El ahorro consiste en varias obras que se han demostrado innecesarias o inferiores a lo pensado: el importante desvío del gran colector de la margen izquierda, del río (500 millones de pesetas) será menor (25 millones); ya no hay que mover el colector derecho y el túnel, gracias a la tecnología utilizada, costará 373 millones y no 515.

La buena noticia que Dragados ha dado a la Hacienda regional no ha impedido que el consejero de Política Territorial, Luis Eduardo Cortés, haya advertido a la constructora que no vuelva a regalar la tierra que extrae de sus obras al departamento municipal de Parques y Jardines para tapar agujeros de la Casa de Campo. Las denuncias de IU sobre el vertido en el parque llevó a Cortés a tomar precauciones. En el Ayuntamiento, sin embargo, justificaron esta siembra como la mejor posible para tapar cárcavas de la Casa de Campo al tratarse de tierra vegetal de gran calidad.