Juanetes y arte bizantino

El aficionado al arte bizantino aquejado del mal de los juanetes encuentra en la Casa del Reloj un paraíso. En una sola visita, satisface una necesidad imperiosa y su curiosidad intelectual. Sólo en un centro cultural se podía producir tan insospechada combinación de factores, el podólogo y el artista codo con codo; el peluquero y el escultor, de palique. En el centro había muchas exposiciones con mayúsculas, pero los vecinos del barrio y los jubilados del centro para la tercera edad solicitaban un servicio más tangible. Encontraron respuesta a su demanda.Cuatro personas hacían cola para la peluquería el viernes pasado, a las cinco de una tarde lluviosa. Tres esperaban turno para el podólogo. A escasos pasos, en la muestra de arte bizantino, una sola pareja ocupaba la inmensa sala, una antigua nave para degollar corderos. "Es una pena ver las exposiciones vacías en los centros culturales. Sólo se ve gente el día de la inauguración", declaraba Dolores Martínez Navarrete, ama de casa de 45 años, acompañada por su marido.

Además de muestras de calidad, conferencias y visitas culturales, la Casa del Reloj alberga un prestigioso taller de reciclaje de mobiliario. Sólo 15 personas han tenido acceso a seguir el curso mientras la lista de espera se sigue alimentando día a día con nuevas fichas: hay más de 300 personas esperando.

C. C. Casa del Reloj. Paseo de la Chopera, 10. Mañana, a las 19.00, conferencia sobre El canto bizantino y su influencia en el repertorio litúrgico occidental, por Juan Carlos Asensio.