_
_
_
_
_

Los islamistas de Hamás piden ayuda al Ejército

"El Ejército y el pueblo unidos con Nahná" vocearon ayer millares de islamistas en un estadio de Blida, a unos 50 kilómetros al sur de Argel, en el transcurso del penúltimo mitin electoral del partido fundamentalista Hamás. Mientras se reclamaba con estos gritos el apoyo del Ejército a la candidatura de Mahfud Nahná, dos helicópteros de combate bombardeaban unas montañas cercanas, donde presumiblemente se! habían atrincherado un grupo de activistas.

La campaña populista de Mahfud Nahná llegó ayer por la tarde a su punto culminante en su ciudad natal de Blida, curia del movimiento islamista Hamás y sede de la Primera Región Militar. Previamente el candidato había ido desgranando durante toda la mañana y a lo largo de su recorrido, otros tres discursos; el primero en el auditorio de Ibn Kaldun de Argel, después en una sala de fiestas de Birtuta y por último en un gimnasio de la atormentada ciudad de Bufarik.

Más información
Barrios rigurosamente vigilados

El convoy estrechamente custodiado del dirigente islamista Nahná había pasado de largo por las cercanías de Uled Yaich, una pequeña localidad sumida desde hace años en la violencia integrista y donde el día anterior había explotado un coche bomba, que destruyó la alcaldía y dejó, dos muertos y una treintena de heridos. Se trata de un balance trágico al que hay que sumar el asesinato de un militante antiintegrista en la Cabilia, mientras pegaba unos carteles electorales, y la muerte, también violenta en Yelfa de un miembro del Comité de Apoyo de la candidatura de Liamín Zerual.

[Una docena de personas resultaron heridas y varios edificios quedaron dañados anoche al estallar un cochebomba en la localidad de Tamdait, próxima a Tizi Uzu, capital de la región bereber argelina, según informaciones de testigos recogidas por la agencia France Presse.]

Pero ninguno de esos incidentes impidieron que varios miles de vecinos de Blida se concentraran en el estadio de Chadid Daidi, en el centro de la ciudad, donde Mahfud Nahná debía presidir uno de los mítines más importantes de su campaña. Allí estaban los hombres, de pie, blandiendo los retratos del presidente de Hamás, mientras las mujeres, siempre con el pañuelo en la cabeza, permanecían sentadas en un extremo del recinto, separadas por una valla metálica.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

"Mañana, cuando vayáis a las urnas, abrazad el voto con fuerza y no se lo deis a cualquiera", clamó Mahfud. Nahná, es de lo alto de la tribuna, rodeado por una custodia personal de por militantes de la región, que lucían un brazalete rojo, el mismo color que llevaban ayer los soldados del Ejército que buscaban incansables a los autores del atentado de la alcaldía de Uled Yaich.

Mientras Nahná impartía las últimas consignas electorales a sus seguidores y militantes, dos helicópteros del Ejército sobrevolaron una montaña cercana. Desde Blida no se escuchó ningún estruendo, pero los vecinos pudieron ver a lo lejos una enorme columna de humo, como si se tratara de un incendio.

"El jueves Nahná será presidente", vocearon los jóvenes cuando acompañaron a Nahná hasta la puerta del estadio. En la despedida pugnaron por besarle la cabeza o acariciarle las manos. Uno de los pocos que llegó sortear el cordón de seguridad fue un anciano de 75 años que se estrechó contra su cuerpo en un apasionado abrazo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_