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La detención de un nuevo implicado en el crimen refuerza la teoría de la conjura contra Rabin

JUAN CARLOS GUMUCIO La detención de un estudiante judío de 23 años llamado Michael Epstein reforzaba anoche la teoría M Gobierno israelí deque el primer ministro Isaac Rabin no fue asesinado por un loco aislado, sino que fue la víctima de una conjura organizada. Los servicios de seguridad israelíes sospechan de que Epstein estaba al tanto del crimen y no hizo nada para evitarlo. Ya es el sexto detenido, incluido Yigal Amir, el asesino confeso, en relación con el magnicidio.

Epstein es un judío creyente y aplicado. Solía sacar buenas notas en la Escuela de Informática de la Universidad hebrea de Barllán, el centro educativo de Tel Aviv donde también. estudiaba Derecho el asesino de Rabin. Tras el descubrimiento de armas y explosivos en la casa de Amir y la detención de cinco de sus amigos, la mayoría de los israelíes aceptaba anoche que la. muerte de Rabin fue un objetivo deseado, si no planeado por muchos.El ministro de la Policía israelí, Moshe Shalial, reafirmó ayer sus declaraciones de la víspera, en las que expresaba su convencimiento de que el magnicidio fue el resultado de una conspiración llevada a cabo por un grupúsculo de extrema derecha. "El asesino pertenecía a una célula, de activistas judíos que basaba, su acción en un aval rabínico que calificaba a Rabin como dictador, y al que era legítimo matar", precisó Shahal, quien aseguró: "Amir ya había intentado matar al primer ministro al menos en tres ocasiones".

El retrato robot de Amir y los otros detenidos es el de los israelíes integristas y ultranacionalistas. Esa derecha armada, muy, fuerte en los asentamientos judíos de CisJordania, Gaza y Jerusalén, y que recibe dinero de Estados Unidos.

[En Nueva York acaba de entrar en servicio una línea telefónica contratada por judíos ortodoxos para canalizar la entrega. de ayuda ecónomica a favor del presunto asesino de Rabin, con el fin de sufragar los gastos de su defensa. Una veintena de voluntarios se ocupa de atender las llamadas -unas 70 cada hora, según el diario The New York Times- con un mensaje que califica al fallecido primer ministro como un "racista extremista" que odiaba a los judíos].

Zeev Hafetz, el más popular escritor israelí de novela negra, declaró anoche a EL PAÍS que no le cabe duda de la existencia de un compló extremista judío. Y añadió un nuevo sesgo al asunto: "El asesinato de Rabin es obra de un grupo organizado, pero eso es sólo una parte de la historia. Los grupos que lo realizaron están apoyados por el propio Gobierno". Se refería a los fondos públicos que van a parar a las colonias judías en los territorios ocupados y a las organizaciones religiosas de la extrema derecha israelí. "En escuelas de Israel se enseña a menudo la sedición" agregó Hafetz.

Su voz se sumó a la de aquellos israelíes que denuncian el poder de los extremistas judíos que predican el derramamiento de sangre. "Sus palabras son para mi, como disparos terroristas. Las mismas que las de Hezbolá, Hamás y la Yihad Islámica. No son mejores, su única di ferencia es que ellos son judíos". Hafetz es el autor de Hang time, una novela sobre el secuestro de tres jugadores norteamericanos de baloncesto por un grupo integrista musulmán.

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