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Antes de prestar declaración los supervivientes, fue interrogado Juan José Sánchez, encargado de la empresa JF Montajes, a la que pertenecían los tres operarios que desmontaban el andamio que había encima de la marquesina. Sánchez, el último de los seis acusados en declarar, aseguró que el voladizo se derrumbó, no porque sus compañeros actuasen incorrectamente en el apilamiento de los hierros que desgajaban del andamio, sino porque la marquesina "no estaba bien [conservada]".Sánchez admitió que el peso del andamio recaía sobre el voladizo, pero negó que fuese éste el motivo del siniestro. Los peritos han indicado en su informes, en los que se ha basado el fiscal para redactar su escrito de acusación (pide tres años de cárcel para los acusados), que el estado de la marquesina se aproximaba a una situación de "casi ruina".

Ayer debieron declarar los tres obreros que trabajaban encima de la marquesina. No compareció ninguno. El juez explicó que uno de ellos estaba fuera de España los tres son de origen marroquí) y que los otros dos habían sido citados formalmente. Un abogado pidió al magistrado que les vetara la posibilidad de salir de España mientras no acudiesen al juicio. "Son testigos [no inculpados; también sufrieron ellos heridas], y la ley no permite esa posibilidad", le aclaró el juez.