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GEOFÍSICA: PROSPECCIÓN

Algunos campos de petróleo se rellenan con bolsas más profunda

¿Es posible que muchos de los campos de petróleo del mundo se estén rellenando a casi el mismo ritmo que los deseca un mundo hambriento de energía? Una geoquímica del Instituto Oceanográfico de Woods Hole (Massachusetts) dice que cree que depósitos de gas y petróleo no detectados hasta ahora y situados a enorme profundidad dentro de la corteza, terrestre podrían retrasar el inevitable agotamiento del petróleo mucho más tiempo del calculado por numerosos expertos.La científica, Jean K. Whelan cuya investigación forma parte de un programa de exploración del Departamento de Energía en el Golfo de México, al sur de Nueva Orleans, con dos millones de dólares (2 400 millones de pesetas) de presupuesto, ha hallado pruebas de diferencias temporales en la composición del petróleo mientras fluye de profundidades mayores a menores. Analizando los cambios químicos de degradación en el petróleo resultantes de la acción de bacterias consumidoras de petróleo, infiere que el petróleo pasa en chorros rapidísimos desde grandes profundidades hasta cavidades más cercanas a la superficie.

Los que no creen en la hipótesis de Whelan reconocen que es casi seguro que el petróleo llegue a ciertos depósitos desde alguna parte, pero dicen que la explicación de Whelan está aún por demostrar, así como el alcance exacto del fenomeno.

Un lugar del Golfo de especial interés para la Perinzoil Exploration and Production Company y varios equipos científicos independientes, incluido el de Whelan, es el Bloque 330 de la isla Eugene, que no es una isla sino un trozo de fondo marino a 200 metros bajo la superficie del agua. El depósito de petróleo descubierto en 1972 a unos 1.800 metros bajo el Bloque 330 es una de las mayores fuentes petrolíferas del mundo: de ella se han extraído ya más de 1.000 millones de barriles y parece no mermar todavía. Pero el Bloque 330 es interesante por otra razón: se calcula que sus reservas han disminuido mucho menos de lo predicho por los expertos basándose en el ritmo de producción. La polémica hipótesis de Whelan es una explica cion posible.

Aunque el depósito del que extrae petróleo la Pentizoil se formó en el pleistoceno, hace menos de dos millones de años, el petróleo que ahora se está extrayendo tiene características químicas propias del jurásico, que, según Whelan, terminó hace más de 150 millones de años. Cree que esto implica que el petróleo altamente presurizado de depósitos "apilados" en niveles inferiores atraviesa con frecuencia barreras geológicas y "eructa" subiendo hasta alcanzar la cavidad de la que se extrae petróleo.

La fuente de gas presurizado que, según cree Whelan, alimenta el proceso es un lecho de rocas-madre del Jurásico, situadas a más de 9.000 metros de profundidad, y ricas en hidrocarburos muy calientes.

El petróleo creado durante el periodo jurásico con plantas y animales descompuestos que vivieron en la era de los dinosaurios sería al principio líquido, pero se cree que, en algunos casos, procesos geológicos arrastraron gradualmente los depósitos de petróleo hasta grandes profundidades, donde las presiones son enormes y las temperaturas sobrepasan los 400º C. En tales condiciones, el petróleo se cuece hasta descomponerse en gases de hidrocarburo compuestos principalmente de metano.

Metano supercrítico

Sin embargo, el metano no puede existir en su estado normal gaseoso bajo tales presiones y temperaturas, sino que se transforma, en un "fluido supercrítico, ni gas ni líquido, sino algo intermedio. Pueden disolverse grandes cantidades de petróleo en metano supercrítico y la mezcla petróleo-metano puede probablemente fluir hacia arriba desde cavidades a gran profundidad a través de fallas, grietas y "tuberías" geológicas hasta, depósitos superiores. En niveles más altos, donde las temperaturas son más bajas, el metano ya no puede permanecer en su estado supercrítico, y la mezcla de gas y petróleo se divide en sus componentes respectivos."Podría ser", dice Whelan, "que, en algunos sitios, sobre todo donde hay muchas fallas en la roca, haya un depósito desde el que se bombee petróleo y que sea un sistema en regimen permanente que rellene de petróleo la reserva al mismo ritmo que es vaciada".

Se desconoce qué cantidad, de hidrocarburos y de qué tipo hay a gran profundidad, porque las empresas petroleras han tenido pocos incentivos para hacer exploraciones a 9.000 0 más metros. Los costes de la perforación aumentan exponencialmente con la profundidad, y todavía quedan grandes, reservas de petróleo en depósitos relativamente poco profundos.

K. K. Bissada, geoquímico de la Texaco Inc. de Houston, duda que exista un estado constante en depósitos que parecen estar autorrellenándose. "Creo que estamos bombeando mucho más petróleo del que puede entrar", dice. "Pero creo que, desde una perspectiva a largo plazo, están viniendo hidrocarburos de grandes profundidades y están rellenando los depósitos más recientes situados a profundidades menores".

"Es imposible decir a qué ritmo sucede esto", prosigue, "pero me imagino que este tipo de sistema de depósitos apilados, con tuberías geológicas favorables entre ellos, podría rellenar los depósitos superiores en unos 10 o 20 años, Si volviéramos entonces a algún viejo campo petrolífero que llevara 50 años abandonado, podríamos hacer una perforación de prueba y encontrar petróleo reciente. El problema es que ese tipo de experimentos es demasiado caro en la actual coyuntura económica".

Thomas Ahlbrandt, especialista de la Inspección Geológica de Estados Unidos en Denver, está entre los muchos escépticos que creen que la hipotesis de Woods Hole no ha sido demostrada, aunque los expertos parecen estar de acuerdo en que, en muchos lugares está produciéndose un aumento de las reservas calculadas. "Tengo la impresión de que, aunque la gente que perforó en la isla Eugene encontrara un plano de falla", dice Ahlbrandt, "no encontró petróleo saliendo de él. Por otra parte, el hecho de que no produjera petróleo no significaría necesariamente que la hipótesis fuera errónea".

Hay bastantes pruebas de que las reservas profundas de hidrocarburos están aún por explotar. Un reciente cálculo de la citada inspección de los recursos petrolíferos convencionales en 46 estados y las aguas estatales costeras situaba en el doble las reservas de petróleo respecto al último cálculo, elaborado en 1989.

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