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MAGNICIDIO EN ISRAEL

Los jóvenes reavivan la llama de la paz

Decenas de miles de adolescentes israelíes salen de su apoliticismo, para honrar la memoria de Isaac Rabin

V. C. Algo extraordinario está ocurriendo en Israel, donde los jóvenes estaban considerados como totalmente apolíticos, y no se interesaban más que por el rock, las películas y, por supuesto el amor. Bruscamente, el asesinato de Isaac Rabin ha despertado a la juventud de su apatía, de su indiferencia hacia la política.

Entre los 120.000 asistentes a la concentración. de la plaza de los Reyes de Tel Aviv del pasado sábado -convocada bajo el lema Sí a la paz, no a la violencia- había también muchos jóvenes, en su mayoría afiliados a las organizaciones juveniles de izquierdas. Nada más enterarse del asesinato (le Rabin, minutos después de la clausura del mitin, algunas decenas de ellos se quedaron allí durante toda la noche y, sobre las mismas baldosas donde el primer ministro dio sus últimos pasos, encendieron velas en su memoria. Después se sentaron en silencio.

Por la mañana había allí centenares de jóvenes. Y al día siguiente ,ya eran millares. En la noche del lunes al martes se llegaron a contabilizar hasta 15.000 y ocupaban (casi toda la plaza de los Reyes, que va a ser rebautizada como plaza de Isaac Rabin, según anuncio ayer el alcalde de Tel Aviv, Roni Milo, próximo al partido Likud. Estos jóvenes, la mayoría con edades comprendidas entre los 15 y los 18 años, permanecieron sentados y absortos en sus pensamientos. El silencio sólo era roto por algún grupo que entonaba una canción judía en voz baja.

"Nos llevaba hacia la paz"

venido desde Guivatayim [un distrito de la periferia de Tel Aviv], llegué tarde porque tenía que acabar mis deberes", reconocía a modo de excusa un adolescente que aún no había cumplido los 15 años. "¿Que por qué he venido? Rabin ha sido asesinado. Era nuestro primer ministro, nuestro líder, quien nos llevaba hacia la paz", replica con una mirada de asombro. "Estoy aquí para unirme a su espíritu y para prometerle que haré todo lo posible por la paz, todo".

Llegada desde el barrio popular de Shkhunath Hatikv, al sur de Tel Aviv, una chica de 13 años Justificaba así su presencia en la plaza: "He venido para encender una vela en memoria de nuestro primer ministro Rabin, que era como un padre para mí. El mío mío de cáncer hace tres años. Ya era huérfana y ahora lo vuelvo a ser por segunda vez".

"Para mí Rabin era nuestro líder, era la paz", terciaba otro joven. "Haré todo lo posible para que los jóvenes no vuelvan a morir en la guerra. Me van a movilizar el ano que viene, cuando acabe el bachillerato. Por eso su muerte me afecta directamente. Yo nunca he estado . interesado en política: era una cosa para viejos, para personas de 30 o 40 años, no para mí. Pero todo ha cambiado ahora.

Tengo 17 años y quiero continuar, la obra de Rabin, ayudar a construir la paz. ¿Cómo? Aún no lo sé. Pero ya lo aprenderé. Entre todos encontraremos el camino".

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