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Pier Paolo Pasolini

Pasolini es el único gran intelectual (más aún, el mayor de la posguerra, siempre que el calificativo de "intelectual" asuma el significado global que le confirió la Filosofía de las Luces) que haya hablado de cuestiones tabúes: la sexualidad femenina, el amor y el aborto. Por entonces , el feminismo de asalto entendió toscamente su complejo discurso como una resuelta oposición a la ley del aborto. Lo persiguieron diligentes furias: estaba en. contra del aborto por ser homosexual.Ahora, la hermosa película de Mario Tullio Giordana ha inducido al onorevole Andreotti, releyendo a Pasolini, a creer a su vez que Pier Paolo Pasolini se alineaba contra la ley y a la mentar que la Democracia Cristiana no hubiera seguido su orientación para votar en contra en el Parlamento. Hay en ella un equívoco. "El problema no es estar en contra o a favor del aborto", escribió Pasolini, mismo en favor o no de su legalización. Pues bien, yo me he pronunciado en contra del aborto y en favor de su legalización". Pasolini, que había firmado el referéndum de Panella sobre la ley del aborto, decía en sustancia: hágase la ley, pero el problema de la sexualidad sigue en pie y ojalá sea gestionado por la tolerancia estatal. Las leyes son justas, pero la frustración sexual y la violencia contra la mujer perduran; y no las abolirá una ley sobre el aborto. Porque las mujeres son "ciudadanos de segunda". Con su discurso sobre la sexualidad, Paso lini hace avanzar el discurso fe minista, trunco, ritual y ortodoxo. Se da cuenta de que lo que la sociedad consumista exorciza es la relación sexo-amor, por que rompe el contrato social y pone en tela de juicio el poder. En una relectura actual, Pasolini aparece como más feminista . que las profetisas oficiales por que afronta lo indecible: las mujeres están concebidas como mero instrumento de reproducción de la especie. Él lucha, en cambio, desesperadamente por romper los tabúes sexuales de la Italietta, donde la mujer es "tota mulier in utero". Y esa consigna, que las feministas históricas creían liberadora -el útero es mío y lo administro yo-, "en realidad, involuntariamente, incurre en la identificación entre sujeto femenino y sexo reproductor. Mientras que el coito sigue estando en la os curidad como indecente, la mujer con su útero entra en la ideología de la planificación reproductiva. La verdad del del poder está, en efecto, en el impasse sexual, en la reglamentación del sexo, del placer sexual, como el alcohol durante la prohibición"... ".Se ignora la causa, a saber el coito, de manera tan ontológica que éste se vuelve mecánico, trivial, sin importan cia, por exceso de naturalidad. En ello hay algo que oscura mente rne molesta y me sitúa ante una realidad terrorífica. Yo nací y vivir en un mundo de represión ciegamente clerical fáscista" . Pasolini se lo escribe a Gennariello (Lettere a Gennariello, 1974), el chico napolitano con quien querría hacer de pedagogo, aunque no a la manera de Rousseau. Contra "el conformismo de los adultos, ya maduro, feroz y total entre los jóvenes". Y a Gennariello, ha blando del aborto, le envía el trágico mensaje premonitorio: "Soy como un negro, quieren lincharme ..." Y las mujeres , para él ,"negros" .También ellas son "diferentes ". Y la liberación sexual es la de lo "diferente".

La permisividad licenciosa, sucia y desbocada de la prensa italiana, incluso de los semanarios cultos -con sexos, tetas y glúteos exhibidos en las portadas "el país de los traseros parlantes", como definí este verano a esa moda en un artículo del Corriere-, confirma la profecía de Pasolini: la invitación al coito corno acto trivial, e incluso lícito, fácil, casi industrializado... ¡hasta llegar a la viola ción! En este verano de 1995, ambos fenómenos, violación y fibrilación erotómana de los pe riódicos, han avanzado enloquecidos, a la par. ¿Quién no ve la relación? Y aquí ha de insertarse el caso anormal de la muchacha de Jesolo (Venecia) que fue violada a la salida de una discoteca y que hoy echa al mundo a. un hijo que desconoce, nacido de la violencia de quien la forzó. Rechazó el abor to y dio a luz, pero se negó a reconocer a su hijo y lo entregó en adopción. ¡No le falta razón! Las chicas italianas, como las mujeres de Bosnia, son violadas por el "enemigo serbio" que es la juventud deseducada para el amor y alucinada por la "violencia carnal".

La preocupación constante de Pasolini fue la de la violencia violadora. Comizi d`amore, la película que rodó en 1964, originó una intervención de Michel Foucault en Le Monde (23 de marzo de 1977; Pier Paolo ya había Uluerto) sobre la relación entre amor y sexo en la sociedad italiana. "Lo que atraviesa el filme", escribió Foucault', "no es, el miedo al sexo, sino una aprensión histórica, una vacilación premonitoria y confusa ante un nuevo régimen que nace en Italia, el de la... tolerancia. En la película, la gente accede a hablar de derecho cuando se le pregunta sobre el amor: en pro o en contra del divorcio, de la virginidad de las jóvenes, del dominio del varón, del aborto, de la condena de los homosexuales.... como si la sociedad italiana, entre los secretos de la penitencia y los preceptos legales, no hubiera hallado la voz para una confidencia pública sobre el sexo". Sartre habló a - su vez, después del crimen perpetuado contra Pasolini [del que se cumplen este mes veinte años], de la miseria sexual de los italianos: "Pelosi, fruto de una sociedad machista como es la italiana en particular, considera que la autoridad. es varonil y que la sexualidad del macho se expresa con las mujeres, sexo inferior. Pelosi, al matar a Pasolini, tiene la impresión de haberse desembarazado del mal, de haber resuelto su propia relación con la homosexualidad: la ha destruido. Y, lejos. de verse tratado como un criminal ligado a un oscuro compló, para cierta gente Pelosi desempeña casi el papel de un héroe..."

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Es muy cierto que Pelos¡ publica hoy un libro, que la voluntariosa Dacia Maraini, feminista de toda la vida, presenta con todo desparpajo con - un texto suyo. Mientras que el Expresso, como de costumbre, se pregunta: "¿Fue una gloria de veras?", redimensionando a Pasolini. Y en este intenso tráfico de cadáveres que parece nuestro más floreciente comercio, no ha llegado todavía el momento de la reapertura de la causa contra un asesinato totalmente deseado y querido... (quién sabe, quizá se produzca una revelación de Buscetta ... ). A Pasolini, se le "empequeñece"_Su fantasma aún da miedo. Mucho me temo que el seminario europeo que dirigí en París, publicado por Grasset en 1980 (participaron en él una docena de los mejores pensadores y escritores italianos, franceses y europeos), no sea traducido al italiano ni quizá al español por mis amados editores. La moda editorial en Italia es la de las "sesiones espiritistas" de Eugenio Scalfari con Voltaire. Y el politólogo Giorgio Galli da a las prensas un libro, por otra parte muy culto, sobre "la política y los magos" (el tema del día es el esoterismo, con nuestros cien brujos que hacen y deshacen en, política). Pero, al menos, creo que hemos de negamos rotundamente a admitir hoy el supuesto antifeminismo de Pasolini. Yo era más que amiga de Pasolini. Entre nosotros había -un entendimiento absoluto, una complicidad de herejes. . Aceptó dirigir una sección semanal, el primer desafío antidogmático que se dio en el campo de la izquierda, en Vie Nuove, dirigida entonces por mí, con un 'Diálogo con los lectores'. Aceptó, escribiéndome que lo había convencido... con el corazón; yo le había llegado "directamente al corazón". *Y de verdad le emocionaba que un periódico importante ,fuese dirigido, por una mujer. Por entonces lo perseguían con procesos. Pero él no me hablaba de ellos. Llegaba todas las semanas a Via Sicilia, donde está ahora la sede de Mondadori en Roma, a mi despacho de altas vidrieras. Entraba con pasos leves, de gato. Después me llevaba al cafetín de la esquina, que sigue allí. Lo definían como anormal. Era muy guapo, joven, elegante, con sus vaqueros y su cazadora. Nadie me parecía más normal, atractivo y dulce que este... anormal. Años después tuve problemas con mi libro Cartas desde el interior del PCI a Louis Althusser. Él me escribió entonces una fantástica carta abierta en Il Tempo frustrato, que me gustaría ver publicada porque explica la relación intelectual de amor existente entre Pasolini y las mujeres. He aquí unos extractos: "Querida Maria Antonietta: ( ... ) empecé a leer el libro ayer por la mañana, por pura casualidad. ( ... ) Cogí el coche, con el libro, y me fui a la playa, a Ostia. Me paré en la zona pública, donde no había sino sol y dos o tres pescadores, y me tumbé en la dura piedra del muelle. Lo empecé a leer y continué leyendo hasta la hora de almorzar, incluso mientras comía los espaguetis. Debo decirte de inmediato que, al menos una docena de veces, me encontré riendo a todo trapo, yo solo; y al menos tres o cuatro veces se me humedecieron los ojos. ( ... ) Te han servido muchísimo para la escritura (lo cual significa para la inteligencia) los cinco años de París. ( ... ) Te digo estas cosas porque las siento como mi primer deber de lector literario. ( ... ) Tu obra tiene el planteamiento de un poema o una novela. ( ... ) He acribillado tus páginas a subrayados, asteriscos, puntos de exclamación y notas, referidos, naturalmente, al contenido. ( ... ) Ahora me dispongo a seguir con la lectura de tu diario, con la misma curiosidad con que se leen las novelas de Balzac... ". Tras sus elogios yo percibía los acentos de la más espléndida de las pasiones, la pasión intelectual entre un hombre y un a mujer. Pero la vida de Pasolini está poblada de mujeres. Él comprenderá su fragilidad in cluso en medio de un éxito fulgurante: Bardot, Callas, Morante... Marilyn Monroe, a quien llama en un poema que acompaña una secuencia de la película La rabbia, donde se la ve en su lecho de muerte, "¡pobre hermanita pequeña! Del mundo antiguo y del mundo futuro no habían quedado sino la belleza y tú...".

Maria Antonietta Macciocchi es escritora y periodista italiana. Traducción: Esther Benítez.

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