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La M-40 consigue saltar su último obstáculo

Al fin, fumata blanca. Los dueños de los chalés de la urbanización Monreal -que será mordida por la M-40 para completar así el kilómetro que aún prohíbe llamarle cinturón- han llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid. De ese modo, esta segunda circunvalación se completará como muy tarde en septiembre próximo. Ayer, el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, sólo tuvo que convencer durante hora y media a uno de los nueve dueños de terrenos afectados por el trazado de la carretera frente al monte del Pardo. Los otros tres últimos resistentes habían aceptado el viernes la oferta municipal: 28.000 pesetas por cada metro cuadrado que se expropie y los precios ya establecidos por árboles o construcciones afectadas.En conjunto, se repartirán 1.600 millones entre los propietarios de las 10 parcelas afectadas por la M-40 que quedaban sin desocupar. De ese dinero, el Ayuntamiento aporta el 60% y el resto corre a cargo, a partes iguales, del Estado y de la Comunidad de Madrid.

Pero el caramelo que ha convencido a los dueños de las lujosas casas ha sido la rebaja en la superficie mínima edificable. Si hasta ahora el Ayuntamiento no permitía construir, en parcelas menores de 2.500 metros cuadrados (y como máximo 750 metros edificados), ya se podrá construir en parcelas de 750 metros cuadrados (con 225 metros edificados), por lo que se mantiene el coeficiente de edificabilidad, pero aumentan las facilidades.

El edil de Urbanismo reconoció que con este trato los dueños de los terrenos verán incrementado el valor de su propiedad. Sin embargo, el último de los rebeldes y en otro tiempo promotor de la urbanización Monreal, Ulpiano Ruiz Rivas, de 78 años no ve "nada claro" todavía el beneficio.

"Perjudica mi sistema de vida. He cedido porque no me quedaba otro remedio. Tengo ya las grúas pegadas a mi casa", declaró ayer a EL PAÍS. Ruiz considera una barbaridad que el trazado discurra en dos calzadas superpuestas. "Técnicamente es una barbaridad. Porque, encima, hay terreno disponible [el monte del Pardo], porque si me dices que tiene que pasar por encima del palacio Real, aún, bueno".

Ulpiano Ruiz (propietario de 22.000 metros cuadrados en la zona) considera que la M-40 debería haber mordido el monte del Pardo y no su chalé (la piscina, desaparecerá bajo el asfalto de la nueva autovía), a pesar de que en su terreno podrá construir ahora 29 casas en vez de ocho.

La solución de entrar en una esquina del monte del Pardo, abandonada merced a la oposición frontal de IU y las asociaciones ecologistas, resucitó a comienzos de verano. El nuevo concejal de Urbanismo propuso reconsiderar esa solución en previsión de que los afectados rebeldes paralizasen las obras en los tribunales, y para ahorrar los 4.000 millones que preveía para las expropiaciones. Ahora esa posibilidad queda por fin descartada.

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15 días para las máquinas

El edil de urbanismo asegura que los vecinos de Monreal tendrán insonorización de calidad

El Ayuntamiento pretendió, convencer a los afectados con la oferta de pagar las expropiaciones con suelo en Aravaca o en los nuevos barrios: recalificaciones de terreno rústico para costear la autovía. Pero tampoco hubo acuerdo.Ya con Del Río como concejal se barajó la posibilidad de endulzar el trago a los propietarios con el aumento del índice de edificabilidad de sus terrenos.

Se propuso pasar de 0,3 metros cuadrados por cada metro cuadrado a 0,5: en cada parcela de 2.500 metros se podría construir así una casa gigantesca de 1.250 metros cuadrados edificados en vez de una más modesta de 750.

Pero además de que con esa medida se necesitaba un cambio en el planeamiento de larga tramitación, la salida comercial de los terrenos no sufría un gran cambio. Las parcelas mínimas seguían siendo de 2.500 metros al alcance de muy pocos ciudadanos.

Hasta la semana pasada, el Ayuntamiento se negaba a incrementar las posibilidades de construir en la zona por su cercanía al monte de El Pardo. Finalmente se podrán construir tres chalés donde antes sólo se permitía uno.

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