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La policía halla en Barcelona dos 'zulos' de los GRAPO que escondían material explosivo

La redada contra los GRAPO está "plenamente abierta" y sigue dando frutos. El sábado, tras la detención en Barcelona de Enrique Cuadra Echeandía y Concepción González, fue capturado en Valencia José Ortín. Ayer fueron localizados al pie de la montaña de Montserrat (Barcelona) dos escondites con explosivos preparados para nuevos atentados. Los zulos estaban en un bosque de Collbató, a 35 kilómetros de Barcelona. En Zaragoza, la policía halló también ayer la furgoneta con la que Echeandía, González, Ortín y Federico Silva Sande -líder de los GRAPO y todavía huido- secuestraron al empresario Publio Cordón. La víctima sigue desaparecida.

Cuatro de las personas detenidas en Cádiz por su presunta relación con los GRAPO quedaron ayer en libertad sin cargos tras ser interrogados por la policía, según informa la agencia Efe. De los ocho detenidos, sólo tres fueron trasladados ayer a Madrid para declarar ante el juez Carlos Bueren. Se trata de María José Gómez de la Calzada Guerrero, de 27 años; Francisco de Asís Bustamante Costa, de 35; y José Miguel Álvarez Crespo, de 48."Para poner la guinda a esta operación, indudablemente nos queda localizar al señor Cordón, si es posible, en buen estado de salud", manifestó ayer Manuel Jiménez, portavoz de la policía, al conocerse el hallazgo de los zulos de Barcelona. En uno de ellos, enterrado en el monte, en la zona del macizo de Montserrat, la policía se incautó de tres kilos de polvo de aluminio y 13 botes de plástico que contenían cinco kilos de explosivo. En la misma zona boscosa y en un hoyo bajo tierra se halló el otro escondite, en el que la policía aprehendió dos bombas lapa, además de 22 detonadores.

En este segundo agujero fueron halladas varias decenas de cartuchos del calibre 9 milímetros Parabellum, varias decenas de cartuchos de escopeta, mazos de petardos pirotécnicos, once cohetes y bengalas para señales, seis kilos de polvo de aluminio y varios mandos a distancia, uno de ellos camuflado en un transistor. En la documentación figuran tres placas robadas con matrículas de coches de Valencia, numerosos papeles con posibles objetivos de atentados, 200 cartulinas en blanco para documentar coches y varios mapas cartográficos con objetivos marcados.

La furgoneta que presuntamente usaron los GRAPO para el secuestro de Cordón, hallada en un barrio de Zaragoza, no tenía nada en su interior.

La operación anti GRAPO se desencadenó la noche del jueves, cuando los responsables del Ministerio de Justicia e Interior decidieron precipitar el asalto, en Barcelona, al piso de los activistas Enrique Cuadra y Concepción González al conocer que se habían producido "filtraciones" sobre el dispositivo desplegado.

Sin pistas

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Los interrogatorios realizados a estos detenidos y a José Ortín, apresado el sábado en Valencia, no han arrojado hasta ahora ninguna luz sobre el paradero de Cordón. La banda terrorista asumió su secuestro el pasado 27 de junio, pero asegura que posteriormente lo dejaron en libertad tras recibir el dinero del rescate.Las esperanzas de la familia se han tornado en críticas hacia Interior, ya que entienden que no fueron informados de una operación que, en su opinión, ha puesto en peligro la vida del secuestrado, al que creen aún en- poder de la banda.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía vigilaban desde tiempo atrás los movimientos de Cuadra Echeandía, una vez que su pista fue recuperada tras perderla en París después de la supuesta entrega de los 390 millones del rescate. Los policías controlaban, igualmente, las actividades de su compañera Concepción González y esperaban la llegada a Barcelona del cabecilla de la banda, Fernando Silva Sande.

El resultado del control permitió a los investigadores determinar que las posibilidades de que la vivienda de Barcelona fuera el lugar donde estaba retenido el empresario eran "pocas", pero el riesgo de que los grapos burlasen la vigilancia obligó a los responsables de Interior a "entrar a por lo que hubiera", según fuentes del Departamento que dirige Juan Alberto Belloch. Simultáneamente, como es habitual en operaciones antiterroristas, se decidió "levantar" las otras investigaciones contra los GRAPO que se venían realizando desde meses atrás en varias zonas del territorio español.

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