Éxodo masivo de civiles al norte de Sri Lanka por la ofensiva del Ejército

Decenas de miles de personas huyen en el norte de Sri Lanka ante la ofensiva de las tropas gubernamentales, iniciada hace dos semanas, que se encuentran ahora a la puertas de Jafna, el bastión de la guerrilla tamil en el norte de la isla.

Las organizaciones de ayuda humanitaria temen que ese éxodo masivo provoque una grave situación sanitaria en plena época de lluvias monzánicas que favorecen la aparición de epidemias. Dichas organizaciones creen que entre 200.000 y 400.000 personas han tenido que abandonar sus hogares a consecuencia de los combates de los últimos 15 días.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) exprésó ayer en Ginebra su preocupación por la situación de la población civil y pidió a los bandos en guerra qúe respeten el estatuto de no combatientes de los habitantes de Jafna.

Ayer mismo, las autoridades locales informarón que al menos 46 civiles murieron cuando aviones gubernamentales bombardearon cuatro campos de refugiados en la península de Jafna.

Los guerrilleros tamiles están procediendo a organizar y orientar el éxodo para ahorrar a la población civil un baño de sangre. La ciudad de Jafna, ocupada por los rebeldes hace cinco años, está ya prácticamente vacía. Fuentes diplomáticas creen que esa actitud humanitaria puede tener también otra intencionalidad: concentrar a la población en zonas más seguras, lo que permitiría a los guerrilleros reclutar nuevas fuerzas y utilizarlas en el momento oportuno.

Fuentes militares de Colombo dicen que el asalto final a Jafna podía ser cuestión de "horas o días desde el momento en que el bastión rebelde haya sido evacuado por los civiles, pero temen que esto pueda ser aprovechado por los tamiles para lanzar ataques con armas químicas contra las fuerzas gubernamentales, como ya ocurriera en 1990, cuando se aproximen más a la ciudad.