"En España habrá que clarificar si todas las ONG son efectivas"

ALEJANDRO V. GARCÍA El vigésimoquinto foro de Medicus Mundi, clausurado ayer en Granada, ha supuesto un miradA crítica hacia los métodos empleados hasta ahora por las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) en la cooperación con los países del Sur, sobre todo en el área de la salud.

El holandés Sake M. Rypkema, de 65 años, que desde hace cuatro preside Medicus Mundi Internacional, señala que la falta de organización de los proyectos impulsados por algunas ONG es la causa de que en ocasiones el dinero no se emplee correctamente. Ante la abundancia de asociaciones humanitarias en nuestro país RypkeMa cree menester "clarificar si todas son o no efectivas" y aboga por la coordinación.

Pregunta. ¿Cuál ha sido la importancia de la reunión de Granada?

Respuesta. En este foro las ONG hemos aclarado cuáles son los nuevos conceptos de solidaridad y de desarrollo y cuál debe ser la contribución de los pueblos beneficiarios a los proyectos.

P. Durante las sesiones se ha puesto de manifiesto que parte de las ayudas bilaterales no se invierten en necesidades básicas ¿Cuál es la causa?

R. El gran éxito de los proyectos de Medicus Mundi es que están muy elaborados y que en vez de circular de Estado a Estado y que sean los gobiernos los que se queden con parte del dinero los aplicamos directamente a las personas. De este modo nos ahorramos un montón de dinero que se perdería. Algunas ONG no están bien organizadas como para emplear correctamente el dinero.

P. ¿Cuál es el nuevo concepto de solidaridad al que antes se ha referido?

R. Antiguamente la gente sólo ayudaba con la caridad. La idea era llevar el dinero de los ricos a los pobres. La solidaridad, en cambio, es ir juntos, en el mismo nivel. Hay que aprender de los pueblos beneficiarios de las ayudas. Hay que estar juntos en la aldea global y estudiar en común las soluciones sin la consideración de que unos son los ricos y otros los pobres. La mayoría de las organizaciones tiene claro este concepto y no hacen caridad.

P. ¿Cuál es la diferencia entre Medicus Mundi y otras organizaciones sanitarias?

R. Los métodos que nos distinguen de otras ONG, que no voy a nombrar, es que ellas trabajan en las emergencias, mientras que nuestra línea se enmarca en proyectos a largo plazo. Eso no quita que ahora, en Ruanda, hayamos tenido que aportar dinero con urgencia. Por lo demás no hay diferencias ideológicas ni de credo religioso.

P. Las mayores críticas, sin embargo, surgen en las actuaciones inmediatas, como en los campos de refugiados ¿Qué opina?

P. Las críticas son auténticas. En sitios como Etiopía o Somalia se han enviado grupos de médicos que realmente no han sido efectivos por falta de medios materiales o de preparación. En Africa, por ejemplo, los desastres se ven venir y sería bueno estar preparados para atajarlos.

P. ¿Cuál es la situación sanitaria donde actúa su ONG?

R. En líneas generales la salud ha mejorado en los países del Sur. Lo poliomelitis casi se ha eliminado y la esperanza de vida ha aumentado diez años. Sin embargo, hay países con problemas endémicos, como México, derivados de la superpoblación. En los países subsaharianos el coste de vida medio ha descendido, pero en Ruanda, que tiene que importar todo el alimento, no ha ocurrido así y ha quedado desabastecida.

P. El auge de las ONG en España ha multiplicado su número ¿Cree que se pueden dispersar las ayudas?

R. En efecto hay que lograr una mayor coordinación para aunar criterios. El modelo federal de Medicus Mundi en España es muy práctico, mientras que en Holanda existen más de 500 corpúsculos. En España habrá que clarificar si todas las ONG son o no efectivas.

P. ¿Cuáles son los problemas principales de Medicus Mundi?

R. Hay problemas de colaboración con el Gobierno, de dinero y con ciertas instituciones que se cierran en banda. La gran idea es que los gobiernos participen en los costes de un hospital, pero luego se acostumbran a que nosotros enviemos los medicamentos y terminan por gastar más de los que necesitan encareciendo la sanidad. A veces nos encontramos con regímenes autoritarios que nos obligan a controlar mucho las ayudas. La Organización Mundial de la Salud es la que marca las líneas comunes de colaboración, pero eso no quita que haya algunos enfados entre el comisario local y los representantes de Medicus Mundi.

P. ¿No corren peligro las ONG y los Gobiernos de duplicar las redes sanitarias?

R. En efecto. Antes se trabajaba incluso con hospitales independientes, las clásicas misiones, y era un error. Hoy se tiende a trabajar con el sistema sanitario del gobierno del país, buscando que el proyecto sea compaginado, sobre todo, para que cuando se retiren las ONG, al cabo de cuatro años, ese gobierno siga con sus médicos y su dinero. Los proyectos de Medicus Mundi en Chad y Burkina Faso se han hecho así.