Rusia prepara una operación de castigo en Chechenia
Los militares rusos se preparaban ayer para ejecutar una operación de castigo de imprevisibles consecuencias para vengar la muerte de 18 soldados, que perecieron el pasado martes en una emboscada en el sur de la república independentista caucásica de Chechenia. La emboscada, en la que siete soldados más fueron heridos y otros ocho fueron secuestrados, fue reivindicada por el guerrillerro Shamíl Basáiev, que el pasado junio asaltó el hospital de Budiónovsk.El ataque se desencadenó cuando una columna militar rusa se desplazaba desde la localidad de Jarachoi hacia Vedenó, bastión del guerrillero Basáiev. Los militares culparon inicialmente de la operación a Shirvaní Basáiev, hermano de Shamíl y uno de los miembros de la delegación chechena que ha negociado con los representantes de Moscú bajo los auspicios de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE).
El mando militar ruso advirtió ayer a la población civil de Vedenó para que abandonara la zona con objeto de evitar víctimas durante una operación contra los rebeldes". Sin embargo, el máximo jefe militar en Chechenia, el general Anatoli Shkirko, manifestó que la operación no se llevaría a cabo en las próximas horas. Por su parte, Aslán Masjádov, el máximo responsable militar en la delegación negociadora chechena, afirmó que sus hombres no tenían nada que ver con la emboscada. Esta fue el trágico resultado de un incidente que comenzó cuando un blindado ruso atropelló un vehículo y mató a una persona e hirió a otra dos. La columna militar había sido enviada en socorro del carro blindado, cuyos tripulantes tuvieron que enfrentarse a la ira de la población de Vedenó. El conductor del carro fue descuartizado, pero antes había logrado emitir una señal de socorro.Escalada de violencia
La escalada de violencia en Chechenia amenaza con quemar totalmente los puentes que tan trabajosamente se habían construido para lograr una solución pacífica del conflicto. En estas circunstancias, llama la atención que los militares se han quedado casi solos en la república independentista, ya que el representante del presidente en Chechenia, Oleg Lóbov, viajó a Moscú el martes por la noche, y el nuevo jefe del Gobierno de Reconstrucción Nacional, Doku Zavgaiev, voló también a la capital rusa ayer, y lo mismo hizo su predecesor, Salambék Jadzhiev.
Por otra parte, la delegación de la OCSE en Chechenia se encuentra con un mínimo de efectivos tras la marcha de su jefe, el diplomático húngaro Sandor Meszarosz.
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