El Festival de Otoño achaca la anulación de Béjart a problemas en su compañía

Una dimisión y 5.000 espectadores con unas entradas que tendrán que ser devueltas. Joos Lambó, manager general de la compañía de Maurice Béjart, puso ayer su cargo a disposición del artista, tras suspenderse las actuaciones de la compañía del bailarín que hoy iba a actuar en el teatro de la Zarzuela de Madrid. Agustín Tena, director artístico del Festival de Otoño, achacó la cancelación a problemas técnicos con la compañía por la instalación de un telón.

Fuentes cercanas a la compañía aseguraron que se está produciendo una auténtica lucha de poder en el seno de esta, lo que justificaría la anulación de la actuación prevista en Madrid. Los problemas internos, al parecer, no se ciñen a la actividad escénica sino que implican las relaciones personales y de convivencia entre bailarines y técnicos. Lo mismo Agustín Tena que José Rial, representante de la compañía en España, coincidieron en exculpar de cualquier responsabilidad a Maurice Béjart. "Él ha hecho lo que le, han aconsejado los técnicos de su compañía", dijo Rial.El representante de la compañía aclaró que Béjart tenía verdaderas ganas de actuar en España: "Estaba, incluso, dispuesto a venir en números rojos. El espectáculo era casi un 30% más barato que como se ha ofrecido en otros lugares".

Una fuente cercana a la com

pañía aseguró que Béjart, que ha sufrido una operación de cadera recientemente, se encuentra muy cansado, tanto que pidió que le cambiaran el hotel donde la habían hecho las reservas en Madrid por otro que estuviera al lado del teatro donde tenía que actuar. Las actuaciones en París donde han estrenado Journal I han sido un éxito, pero también han resultado agotadoras. para el bailarín, de 68 años que, aunque ya no baila sobre el escenario, si refuerza con su presencia avasalladora las actuaciones."Dos horas extraordinarias sobre las 144 contratatadas con los técnicos del Teatro de la Zarzuela han tenido la culpa. El pasado sábado la compañia se descolgó con que necesitaban más horas, nosotros tratamos de salvar la situación pidiéndoles que vinieran a Madrid para discutirlo aquí, pero no fue posible". Así justificaba ayer el director artístico del Festival de Otoño, en

cuyo marco iba a producirse la actuación, la caída del cartel de una de las estrellas de la programación de este año.Un representante de la dirección técnica de la Zarzuela reconoció ayer que "sobre los planes de trabajo no era posible sacar esas dos horas extraordinarias. Sin embargo, no creemos que sean esenciales ni imprescindibles para el estreno del espectáculo". La misma fuente precisó que los técnicos de la Zarzuela están abiertos a todas las necesidades aunque traten de cumplir al máximo una jornada de trabajo que marca 37 horas y media. semanales. Angel Barreda, reponsable de prensa del teatro, añadió que el Festival de Otoño adapta su programación a los días que se les cede el local. A su juicio el problema ha estado en la programación. Entre el programa de los dos primeros días (El arte del pas de deux y Journal I) y la representación de los dos siguientes (Une porte et un soupir) tendría que haber un día de descanso. En ese intervalo había que instalar tres telones. Nosotros les propusimos como solución técnica que los telones se colgaran antes, pero ellos. no lo aceptaron".

El director del Festival de Otoño acudió a la rueda de prensa, a pesar de que su padre había fallecido horas antes, para explicar que la organización del festival había firmado el contrato el 15 de septiembre con la compañía de Maurice Béjart y que llevaban 13 meses negociando esta importante actuación, pero "el festival no ha tenido la oportunidad de replantear las cosas con las compañía. La causa final es un problema de montaje de la coreografía, que a mi juicio era totalmente solventable". Tena negó que exista ningún tipo de problema entre la Administración socialista (responsble del Teatro de la Zarzuela) y el Partido Popular, en el gobierno de la Comunidad, de Madrid.

El director del Festival confiaba en que en el último momento se llegara a un acuerdo para representar otro programa. Maurice Béjart se trasaladó ayer en coche desde París a Lausana (Suiza), donde tiene sede su compañía.