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BIOLOGÍA

El 'gusano' se sitúa en cabeza de la carrera de los genomas

Javier Sampedro

La carrera para obtener la secuencia completa de un genoma animal tiene ya un claro favorito: Caenorabditis elegans, un nematodo de un milímetro conocido por los genetistas, como el gusano, así sin más. La simplicidad de este organismo, y la libre colaboración entre laboratorios, ha permitido ya compilar la secuencia de la quinta parte de su genoma, según, acaba de publicar la revista Science (20 de octubre).Si los biólogos pudieran diseñar, un animal para alegrarles la vida en el laboratorio, harían algo muy parecido al Caenorabditis. Crece en una placa Petri, se conforma con un menú de bacterias, se reproduce en tres días, se puede guardar indefinidamente en el congelador y enseña todas sus interioridades a través de su piel transparente. Su genoma se considera la fórmula mínima para construir un animal.

Los investigadores del genoma se traen una guerra de precios similar a la de los fabricantes de detergentes. El proyecto del gusano está avanzando a una velocidad de 60 pesetas por base (las bases son las unidades elementales del ADN). A ese ritmo, la secuencia completa saldrá por unos 6.000 millones de pesetas, hacia finales de 1998.

Sorpresas

La secuencia disponible ya ha deparado algunas sorpresas. Se había estimado que el gusano tendría unos 3.000 genes en total, pero su número parece estar más próximo a los 13.000. No es muy halagüeño pensar que los humanos sólo tienen seis veces esa cifra.A pesar de que el gusano es el animal mejor conocido genéticamente, sólo, existen mutaciones para 1.400 de esos genes, lo que implica que el 90% tiene una función desconocida. Para colmo, lo que se va sabiendo de la secuencia no siempre ayuda: de los 3.000 genes completamente secuenciados, sólo la mitad tiene algún parecido con otros de función conocida.

Buena parte del genoma parece estar dedicada al sistema nervioso. Se conocen 350 genes que afectan al sistema neuromotor, a la percepción sensorial, a la plasticidad neuronal y al comportamiento, aunque este último capítulo comprenda un modesto repertorio: comer, defecar, copular y poner huevos.

Las partes de genes que sean iguales en el gusano y otros animales deben ser forzosamente importantes. Y su función se puede estudiar en el gusano con gran facilidad. De esta forma, el Caenorabditis empieza a ser una especie de "tubo de ensayo" vivo para estudiar los genes de otros organismos más complejos.

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