Aznar afirma que González no puede gobernar "ni ahora ni en marzo" sin la confianza del Congreso

La machaconería cotiza en política. El "¡váyase, señor González!" habitual en José María Aznar, ocupó ayer más de la mitad del discurso que leyó el líder del Partido Popular (PP) en la tribuna del Congreso de los Diputados para defender la enmienda de devolución de su grupo a los Presupuestos Generales del Estado para 1996. Aznar sintetizó su pensamiento, sin resquicio para la duda, al dirigirse al Gobierno: "Si no tienen la confianza de la Cámara, no pueden seguir gobernando ni ahora ni en marzo". El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, mantuvo la réplica que ha venido dando el Gobierno frente a las tesis de Aznar: "Ahí tienen la moción de censura". Además hizo una oferta a la Cámara al pedir que debatieran los Presupuestos, y ni siquiera exactamente los del Gobierno, sino aquéllos a los que pudiera llegarse mediante pactos.

, El ministro de Economía trasladó de este modo a la oposición la responsabilidad de todas las dificultades que puedan derivarse de la falta de Presupuestos para 1996. Pero las advertencias y los llamamientos de Solbes no consiguieron mover las posiciones que ya se habían anunciado y que supondrán hoy una derrota histórica para el Gobierno socialista Ayer mismo, fuentes de la Presidencia del Gobierno aseguraron que los Presupuestos no se retirarán y que las enmiendas de devolución se votarán esta mañana para que quede "constancia para el futuro" de la actitud que ha tomado cada grupo.Ayer mismo, al concluir el debate, el portavoz de CiU, Joaquim Molins, que hablará esta mañana, aseguró que su postura de rechazo no cambiará y que apenas hará algunos retoques en el discurso que tenía previsto.

En el banco azul, el ministro (le Asuntos Exteriores, Javier Solana, ostentó la Presidencia del Gobierno en funciones por ausencia de Felipe González, y le acompañaron otros nueve miembros del Gabinete.

Risas y abucheos

Aznar subió a la tribuna y se encontró con cierto ambiente levantisco en los escaños socialistas, que rieron y abuchearon varios momentos de su intervención. El discurso del líder de la oposición no levantó entusiasmos entre sus filas; tuvo que esperar a la réplica para conseguir alguna brillantez y despertar la euforia de sus diputados.

Aznar se extendió en demostrar que estos Presupuestos no tienen sentido, ya que, con el anuncio de elecciones para el próximo mes de marzo, es seguro que de aprobarse, los gestionaría un nuevo Gobierno, cualquiera que sea su signo, y los controlaría una Cámara distinta a la actual.

Aznar aseguró que no cree en el anuncio de Felipe González de que las elecciones serán en mar zo, pero "le quiero tomar la palabra", dijo, y a partir de ahí elaboró una larga teoría en la que descalificó incluso la oportunidad de esa fecha. para concluir que, si efectivamente las elecciones se celebran en el mes de marzo, "estos Presupuestos carecen de toda lógica" y,. sobre todo que, "si los Presupuestos son recházados, el Gobierno y su presidente no podrán seguir ocultando que han perdido la confianza de la Cámara".

Para Aznar, la estrategia de González al anunciar la celebración de elecciones generales en marzo consiste en "adelantarse" para amortiguar "los efectos de este rechazo anunciado a los Presupuestos" y anticipar su propósito de disolver el Parlamento "antes de que le exijan la disolución". Para el líder del PP, González ha decidido decir que va a disolver porque ya lo había anunciado "y no porque la soberanía popular, representada por esta Cámara, se lo imponga".

Solbes, en su réplica, trató de desmontar los argumentos de Aznar diciéndole que, de tenerlos en cuenta, no podría haber Presupuestos ningún año electoral. Después, estuvo duro políticamente, tanto con el PP, al que acusó de intentar "Ilegar al poder a cualquier precio, incluso el de la tierra quernada", como con CiU, a cuyos diputados afirmó, sin mencionarlos, que resulta "incomprensible que los que antes apoyaban" la política económica del Gobierno nieguen el apoyo "ahora que se confirma la bondad de las decisiones tomadas".

Solbes pidió que, "en un ejercicio de responsabilidad, se retiren o voten en contra las mociones de devolución presentadas y se permita una tramitación parlamentaria que, a través de la discusión y las enmiendas correspondientes, dé como resultado unos Presupuestos para 1996 adecuados a nuestra realidad y necesidades".

Rafael Ribó, líder de Iniciativa per Catalunya y vicepresidente del Grupo Parlamentario IU-IC, no quiso desaprovechar la proximidad electoral catalana ni la ausencia del líder de la coalición, Julio Anguita, y subió a la tribuna para defender la enmienda de su grupo, argumentando que la presentaban por razones técnicas, a diferencia del Partido Popular y CiU, que, según él, se mueven, exclusivamente, por razones político-electorales, ya que, dijo, en el fondo están de acuerdo con la política presupuestaria pero tratan de convertir este debate en una moción de censura encubierta.

Ribó se preguntó: "Quién gestionará el no a los Presupuestos", evocando la pregunta que lanzó González ante la posibilidad de que se rechazase el ingreso de España en la OTAN. La respuesta será la discusión política que ocupe los próximos meses.