Un respiro

SILVIO BERLUSCONI puede dar un respiro días des pués de su procesamiento por graves delitos económicos. La moción de censura contra el ministro de Justicia, Filippo Mancuso, responsable de haber ordenado investigaciones contra los jueces de Milán, tan copiosas y reiterativas como para sugerir obsesiones del ministro, ha tenido el efecto claro de endurecer el debate sobre los límites y actuaciones de la justicia.Esto sucede en un país cuya estructura de partidos se ha roto precisamente por la acción de los jueces. Y replantea la controversia sobre la supervivencia de in Gobierno técnico que ha fracasado en su objetivo básico y casi único: normalizar el clima político para convocar elecciones en condiciones razonables.La consecuencia de todo ello es una vuelta al enfrentamiento frontal entre los dos bloques políticos del Parlamento italiano, lo que pone en peligro la aprobación de los presupuestos para 1996. Rechazados en principio por Refundación Comunista, caerán si una parte del centro derecha no los apoya. Ello dejaría sin base al Gobierno técnico y las elecciones serían inevitables. ¿Qué más puede desear Berlusconi, citado para comparecer a juicio el próximo mes de enero?

Ha entendido Berlusconi que su tabla de salvación ante la amenaza penal no puede ser otra que las elecciones. Es su gran batalla. Tiene que convertir su proceso len la suprema persecución de un ciudadano inocente y ganar las. elecciones desde el victimismo. Para ello ha desplegado su artillería pesada en apoyo a lo moción de censura, que se debatirá esta semana, con la advertencia ,de que, si se rechaza, el centro derecha tumbará los presupuestos. Dada la contundencia de la amenaza, el Polo de la Libertad le pide a Dini que dimita, adelantándose a este grave revés político.

Las acusaciones de manipulación de asuntos judiciales vertidas por el ya célebre Mancuso contra el presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, han hecho un gran favor a Berlusconi. Pero cabe dudar del apoyo al magnate de sus aliados ex democristianos y de Alianza Nacional. Aunque sigue teniendo la baza de que el centro derecha se diluiría sin su presencia y el poder de sus televisiones. Y no hay tiempo material para poner en marcha una opción centrista alternativa a la que él encabeza.

La izquierda puede preguntarse si la moción contra Mancuso no ha sido un grave error estratégico. La pasada primavera, tras un sonoro triunfo en elecciones locales, la, izquierda centró su iniciativa en un referendum sobre las televisiones que acabó fortaleciendo a Berlusconi. Si la izquierda vuelve a sus errores y Berlusconi a imponer su poder, identificando procesos penales con acoso personales y aglutinando en tomo a sí a quienes carecen de otro techo, Italia se puede ver después de las próximas elecciones igual que tras su primera victoria. Es decir, peor.