"Sólo hablan quienes no nos quieren", dice el padre de dos acusados del crimen de Arganda
Ahora sólo queda dolor por ambas partes. Manuel González, padre de José Manuel, de 21 años, y Eugenio, de 18, dos de los cuatro de tenidos por el asesinato el pasa do sábado de David Martín, de 20 años, en las fiestas de Arganda (27.000 habitantes), salió ayer en defensa de sus hijos. Las pala bras de González mezclaban la alegría por la vuelta de sus hijos -el juez les concedió el jueves la libertad condicional-, el dolor por la muerte de David y el recelo por las amenazas que recibe desde su muerte."No entiendo por qué todos parecen hablar mal de nosotros. No entiendo por qué dicen que somos fascistas. No entiendo nada. Mis hijos nunca han hecho daño a nadie. Carecen de antecedentes", relató este obrero de unos 50 años. Por las mañanas trabaja en una fábrica del polígono industrial de Arganda y en sus ratos libres hace chapuzas para los comercios del municipio. Vive con su familia en un espacioso chalé de un barrio nuevo de esta población. "Es falso que formen una pandilla de camorristas. Todos son de aquí. Del barrio. Mire, Miguel vive aquí al lado; Juan Luis, más allá [en referencia a otros dos de los acusados]. No son fascistas", comentó González. "Mis hijos no, pegaron a nadie. El pequeño [Eugenio] sólo se metió en la pelea para separar a la gente. Incluso ayudó a uno de los heridos a acercarse a la Cruz Roja. El mayor [José Manuel] estaba viendo un partido de fútbol en casa. y se fue a buscar al pequeño. Es lógico", indicó este hombre, quien afirmó que sus hijos están destrozados por la tragedia.
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