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11 turcos en la 'tierra de nadie' entre Ceuta y Marruecos

La tierra de nadie que separa las fronteras de Ceuta y de Marruecos tiene desde el martes 11 pobladores. Son hombres llegados desde Turquía que miran embelesados hacia Ceuta intentando guardar su espalda del vecino marroquí. Antes de estos 11 turcos, y sólo hace 10 días, igual situación padecieron otros 25 compatriotas que intentaron entrar ilegalmente en Ceuta cuando fueron sorprendidos por la Guardia Civil.Al no poder volver sobre sus pasos, ya que Marruecos les impidió hacerlo, el grupo quedó atrapado en tierra de nadie durante más de un mes, justo hasta el pasado 10 de octubre. Ese día se unió a otros 35 turcos que ya habitaban en Ceuta listos para salir de la ciudad y ser repatriados. A sus espaldas, sin ellos saberlo, se iniciaba- el primer acto de una jornada negra para la reciente historia de Ceuta.

Ahora estos 11 ciudadanos que dicen ser kurdos, aunque las autoridades ceutíes no les creen, malviven desde hace días en el llamado arroyo de, las Bombas, en esa franja reseca de tierra de nadie que no comparten con ningún otro. Sólo la Cruz Roja los atiende con mantas y comida. A un lado, la policía marroquí; al otro los miembros de la UBA (Unidad Básica de Actuación) de la Guardia Civil, que hace apenas una semana se encarga de vigilar la frontera de Ceuta. Ni unos ni otros están dispuestos a dejarlos pasar.

Incumplimiento marroquí

Marruecos incumple así una vez más el acuerdo suscrito en 1992 con España: debería admitir en su territorio a todos los inmigrantes de los que se tenga constancia que han entrado en Ceuta por Marruecos. La misma contundencia exhiben las autoridades españolas. Como ya ocurriera con el anterior grupo de 25, la Delegación del Gobierno en Ceuta insiste en que ni apelando a los derechos humanos deben entrar en la ciudad estos 11 presuntos kurdos, sino que tienen que regresar al menos hacia Marruecos. El diputado de Izquierda Unida Jerónimo Andreu lo expresa gráficamente: los gobiernos español y marroquí "están jugando al póquer con 11 personas".

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Mientras tanto, un grupo de soldados comenzó ayer la insta lación de 100.000 metros de alambre espinoso para formar una muralla provisional que impida la entrada clandestina de inmigrantes procedentes de Marruecos. Esta operación, supervisada por el comandante general de Ceuta, Gonzalo Rodríguez de Austria, forma parte del plan de "impermeabilización" de la frontera ordenado por el ministro Juan Alberto Belloch .

Fuentes de la oficina del Defensor del Pueblo consideran que Interior "no puede dejar a estas personas muriéndose" y que el Gobierno español debería hacerse cargo de ellas para más tarde actuar según lo que corresponda en casa caso: su expulsión, su ingreso en un centro de internamiento para extranjeros o la concesión del estatuto de refugiado.

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