Toros y grúa
Es lamentable que los vecinos de la Monumental se vean amenazados todas las mañanas, a la hora del trabajo, por la dichosa grúa, con su correspondiente multa de mal aparcamiento, y el ir al trabajo en autobús o metro, y con el dolor en el alma de que hoy uno trabaja, ¡aparte!, para el Ayuntamiento. Después de la multa mañanera diaria, uno, al regreso a la tarde, se encuentra con lo más fascinante: tarde de toros, la fiesta a rebosar de, aficionados que van en coche y..., ¿cómo no?, facilidades de aparcamiento para el nómada aficionado, que se encuentra al "amable municipal" que le indica, que puede aparcar en cuarta fila, puesto que la calle ha sido cortada para tal fin, y el que no, sin ningún problema encima de la acera, o un poco más allá, arrasando arbustos.Pero, pobre de mí, después de dos horas dando vueltas por los alrededores, fin de la fiesta y al fin mi preciado sitio de aparcamiento en el puente Calero. Mañana me encontraré de nuevo con el vecino del tercero en el depósito municipal de vehículos.-
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