CICLISTAS DE SEGURIDAD

Ninguna medida de seguridad es superflua cuando se trata de la Casa Blanca. Además de policía en moto y a caballo, desde el pasado fin de semana los agentes del Servicio Secreto cabalgan también en bicicleta. Con casco plateado, ropa de asalto negra y zapatos deportivos, los agentes ciclistas circulan tranquilamente, ahora que el tráfico está cortado frente a la residencia presidencial, en unas excelentes máquinas de 24 marchas, cada una de las cuales cuesta 300.000 Pesetas. En la bicicleta llevan un distintivo del Servicio Secreto, una bolsa con los instrumentos propios de la profesión y unos amortiguadores especiales, previstos para eventuales persecuciones todoterreno. Los agentes -dos por ahora- más el mes que viene se han entrenado durante una semana como auténticos James Bond, aprendiendo a disparar sentados en el sillín y a lanzarse desde sus monturas metálicas al cuello de todos los que constituyan una amenaza para la seguridad de Bill Clinton y familia. El entrenamiento incluyó un circuito campestre de 60 kilómetros en condiciones atmosféricas húmedas. Por ahora, los dos agentes dedican casi todo su tiempo a posar para los turistas y a dejar que los niños, impresionados por las superbicicletas, pregunten sobre las características de las máquinas.-