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El poder del Ejército

El auge del nacionalismo visceral en cuestiones como la reunificación de la patria -Hong Kong, Macao y Taiwan- revela que el Ejército Popular de Liberación (EPL) está tomando posiciones para la nueva era. Las maniobras con misiles del pasado verano frente a las costas de Taiwan en represalia por el viaje a Estados Unidos del presidente de la llamada isla rebelde, Lee Teng-hui; las pruebas nucleares y la disputa con los Estados vecinos para reclamar la soberanía sobre todo el mar del Sur de China son algunas de las muestras de la inmersión del EPL en la política exterior.Pero no sólo en este campo ha extendido el ejército su poder. El EPL se ha convertido en uno de los mayores inversores de China, con conglomerados como el China Poly Groud o la constructora Kugarnai Gumi, asociada a la japonesa del mismo nombre. El complejo industrial militar de China cubre desde la industria ligera a la pesada, pasando por telecomunicaciones y electrónica, hasta la posesión de grandes hoteles, bares y karaokes.

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Quién manda en China

"Poco importa lo que quiera Jiang Zemin, lo importante es lo que quiera el Ejército que sigue teniendo un poder inconmesurable", asegura un diplomático chino. Precisamente lo que más falla a Jiang son las conexiones con el EPL, a pesar de sus múltiples movimientos en estos años. El último, la semana pasada, al nombrar a dos de sus allegados. -el ministro de Defensa, Chi Haotian, y el jefe del Estado Mayor, Zhang Wannian-, vicepresientes de la poderosa Comisión Militar Central (CMC), que él preside, para contrarrestar especialmente el poder del almirante y también vicepresidente de la CMC, Liu Huaqing.

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