El ordenador reta a la capacidad visual, pero no daña la vista

IGNACIO FRANCIA El trabajo ante la pantalla del ordenador pone a prueba la capacidad visual del usuario, puede producir cansancio, pero "no produce daño a la vista", a pesar de que esa creencia sea causa de frecuentes reivindicaciones laborales y circule como tópico en amplios sectores de la sociedad.

Los oftalmólogos son contundentes en afirmar que el ordenador "no es ningún instrumento nocivo para la vista", según Alfredo Domínguez, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, que junto con otros 1.500 expertos ha acudido al Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología que se acaba de celebrar en Salarnanca. Para el organizador de este congreso, el catedrático salmantino José María Barahona, "lo único cierto es que la pantalla pone a prueba la capacidad visual de quien trabaja con el ordenador, en cuanto que se halla sometido a una fatiga permanente y, si se produce defecto ' de refracción, éste aflora de esa forma, pero sin dañar la vista".

En realidad, no parece conocerse "por qué el ordenador cansa tanto a la gente, y se interpreta que repercute en daño para la vista", pero una causa probable puede radicar en la posición ante la pantalla, por la tensión de los músculos del cuello. El profesor Domínguez señala que una explicación lógica puede residir en que la graduación de cerca en gafas y lentes es para 30 centímetros y la de lejos para más de cuatro metros, pero la pantalla está a medio metro, "lo que complica un poco el ajuste visual", mucho más cuando al mismo tiempo hay que consultar notas situadas en otro ámbito visual.

Manuel Sánchez Salorio, catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela, precisa que el filtro que se coloca ante la pantalla "no hace falta para nada, porque la tecnología del ordenador está suficientemente controlada para que no se produzca una. radiación dañina", aunque ese filtro en determinados casos pueda suponer cierto alivio.

"Quizá ante el ordenador se puedan dar las molestias derivadas de una cadena de producción", que son de orden psíquico, como se produce con la irrupción de una nueva máquina que exige una servidumbre, en opinión del profesor Barahona. En todo caso, se mantiene que se trata. de "un problema de refracción específico". Por ello, "la respuesta reside en unas gafas específicas, con graduación adecuada, para el trabajo con el ordenador",mantiene Alfredo Domínguez.

Que se reivindiquen asistencias y ventajas laborales por los daños que pueda causar en la- vista el ordenador no encuentra el apoyo de los especialistas, que, no obstante, en opinión de Alfredo Domínguez, sí puede apoyarse la reivindicación referida a que, "si el uso del ordenador exige una gafa específica para trabajar ante la pantalla, que se abone ese gasto, ya que sólo se usa para esa tarea".

Lente intraocular

En el Congreso de Salamanca, una de las preguntas frecuentes a los expertos ha sido si gafas y lentíllas se podrán eliminar algún día. La respuesta ha sido que no, pero se ha marcado el avance que representa el desarrollo de la lente intraocular, un cambio cualitativo que reside en implantar una lente en el interior del ojo, Para Sánchez Salorio se trata de "un rito de pasaje", por la fuerza que está cobrando, pero, así y todo, el problema reside en que "una lente es una lente y, por tanto, no puede ser pequeña" y eso origina que la cicatriz de la incisión deje secuelas.

En no pocas ocasiones, lo' que buscan muchos pacientes es una ventaja estética -eliminar gafas-, pero en otros se trata de resolver problemas profesionales: no parece conveniente que un torero salga al ruedo con gafas. Ante ello, es preciso lo que el profesor Barahona formula como "explicación exhaustiva previa y consentimiento informado". Es decir, tomar una decisión responsable. Son intervenciones que, como media, pueden tener un coste entre 200.000 y 300.000pesetas.