Un hombre de 66 años, condenado a 48 por violar a una oligofrénica

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Victor Julio Pinto Covarrubias, de 66 años, a un total, de 48 años de cárcel, como autor, de cuatro delitos de violación de los que fue víctima una mujer oligofrénica, sin capacidad para consentir. La sentencia, recurrible ante el Supremo, impone a Pinto 12 años de cárcel por cada uno de los cuatro delitos y le condena también a indemnizar a la víctima con 1,5 millones de pesetas.

El tribunal declara probado que en agosto de 1993 Pinto contrató a su víctima para que realizara las tareas de limpieza en las naves y oficinas de la fábrica de quesos de la que era vigilante, y aprovechando la soledad del lugar en las horas en las que la citaba, violó a la empleada vaginalmente dos veces, bucalmente una y analmente otra. Cuando unos meses después la mujer se quejó de unos dolores y, llevada al hospital, se comprobó que estaba embarazada, relató lo que le había sucedido. En enero de 1994 se le practicó el aborto.Puestos los hechos en conocimiento de la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas, tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular, representada por la letrada Carmen Roney, coincidieron en la calificación de los hechos y en la petición de pena, que fue aceptada por la sala.

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Julio Mendoza, relata que la víctima "padecía una oligofrenia de grado medio con trastornos de la personalidad, permanente e irreversible, común cociente intelectual del 65% y una edad cronológica de 11 a 12 años, con carencia de uso de razón para conocer y decidir libremente". Según el tribunal, todas estas circunstancias resultaban perceptibles "a simple vista por cualquier persona", cuando se entablaba conversación con la víctima.

La sala fundamenta la condena sólo en la declaración de la violada, por considerar su testimonio como creíble, verosímil y persistente y por no apreciar en la misma "ningún móvil de venganza o espurio".

La sentencia declara: "El tribunal ha quedado absolutamente convencido de la sinceridad de la víctima, por la sencillez, claridad y constancia con que ha relatado los hechos".