El PP propone reducir el servicio secreto Cesid en favor de Interior y de las Fuerzas Armadas
El Partido Popular procederá, si gana las próximas elecciones generales, a una "reforma en profundidad" del servicio secreto Cesid, salpicado, por escándalos como el de las escuchas ilegales o la sustracción de documentos por el coronel Juan Alberto Perote. La Comisión de Defensa del partido, que preside José María Aznar ha preparado un documento, titulado, La reestructuración de los servicios de inteligencia, para incorporarlo al programa electoral del PP. El texto aboga por restar competencias al Cesid en favor del Ministerio del Interior y de las Fuerzas Armadas.
Tras asegurar que el Cesid "se ha venido ocupando de cuestiones que están al margen de sus funciones legales", mientras descuidaba objetivos "prioritarios para nuestra seguridad nacional", y que las relaciones entre los distintos servicios de información se basan "más en la rivalidad que en la coordinación", el texto del PP propone cuatro medidas para reformar el aparato de espionaje.La primera de ellas es la transferencia del Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid), "máximo órgano de información del Estado", encuadrado actualmente en el Ministerio de Defensa, a la Presidencia del Gobierno, como "máximo órgano de información del Estado".
"La dependencia directa del Cesid de la Presidencia del Gobierno se justifica por el hecho de que la defensa nacional trasciende hoy con mucho lo meramente militar. Debe ser, por tanto, un órgano con competencia en todas las esferas de la vida nacional el que dirija y controle políticamente este servicio", argumenta el PP.
Coordinador de Inteligencia
Este nuevo Cesid "verá además reducidas sus actuales competencias a la obtención y análisis de información relevante para la seguridad nacional y al contraespionaje". En la Comisión de Defensa del PP se ha producido un debate, aún no cerrado, sobre si la actuación del Cesid en suelo español debe limitarse al seguimiento de los servicios secretos extranjeros en España (contrainteligencia) o incluir cualquier asunto que afecte a la seguridad nacional.En todo caso, las competencias del Cesid en materia de seguridad interior, terrorismo o narcotráfico, "serán transferidas a los órganos de información del Ministerio del Interior": la Comisaría General de Información y el Servicio de Información de la Guardia Civil.
También en su otra vertiente, la información sobre defensa, perderá competencias el servicio secreto pues, según el documento se creará "un Centro de Inteligencia Militar", para compensar al Ministerio de Defensa por la pérdida del Cesid. Este centro no dependerá, sin embargo, del ministro, sino del Estado Mayor de la Defensa, dirigido por un militar.
El nuevo Centro de Inteligencia Militar se ocupará "del análisis de toda la información de interés para la defensa", facilitada por otros servicios de información, así como por sus propios medios técnicos, como satélites o sistemas de guerra electrónica. El futuro servicio "centralizará las actuales divisiones de Inteligencia de los estados mayores de los ejércitos".
El presidente del Gobierno no sólo tendrá bajo su mando directo al Cesid sino que, "para asegurar una eficaz coordinación, control y dirección de los diversos servicios de Inteligencia", contará con una nueva figura, el "coordinador de Inteligencia", que dependerá de él.
Este coordinador se encargará de "definir las prioridades de los distintos servicios, supervisar sus propuestas presupuestarias, coordinar sus actuaciones, mediar en los posibles conflictos de competencias entre ellos y canalizar la información de los distintos servicios al presidente del Gobierno".
Finalmente, el PP considera "imprescindible" el control parlamentario de los servicios de Inteligencia, actualmente, a cargo de la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso, que sólo se reúne esporádicamente y está formada por los portavoces de los grupos, que no son expertos en la materia.
Frente a ello, el PP propone crear una Comisión de Inteligencia integrada por diputados y senadores y cuyas deliberaciones serán secretas. Se encargará de "aprobar las líneas generales de actuación de los diferentes servicios, realizar el control presupuestario de los mismos y recibir información periódica" de sus actividades.
El texto del PP se basa en las conclusiones de un seminario sobre servicios de Inteligencia organizado por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), presidida por Aznar, del que informó EL PAÍS el 27 de junio del 1994.
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