Impunidad en vivo
La impunidad, en música en vivo, es un valor que también cuenta. Quizá no tanto como el virtuosismo o la capacidad expresiva contribuye de forma importante a que el espectáculo sea algo vivo y, de paso, puede hacer que los teloneros tengan a veces bastante más interés que aquellos que figuran a la cabeza del cartel. De tal modo, los Petersellers, grupo madrileño que tiene en sus filas a veteranos como Bubu ex Refrescos y Elías Laorden, de los Ventiladores de Quique Sierra, dieron un buen repaso al grupo al que, de modo totalmente casual, telonearon, los británicos Maroon Towns.Los primeros, con un rock preñado de sentido del humor y descaro que transforma In the Navy, de los Village People, en Indeleble, o Lady Laura, de Roberto Carlos, en Nicky Lauda, serían capaces de animar a cualquier público, por muy fúnebre que éste fuere. Están a punto de editar su primer y esperado albúm y sus directos son sinónimo de juerga asegurada.
Los segundos también son festivos, pero más por el lado verbenero. Sólo les falta un piel roja para exhibir en su numerosa formación todo el abanico étnico. Con tres elepés a sus espaldas, Maroon Town se lanza por la pendiente de Mano Negra y lo mismo tocan reggae que acid jazz. Este tipo de grupo aspiran a ser las orquestas que animarán las fiestas de los pueblos en un futuro próximo.
Idem del lienzo ocuría un par de días después con Los Piolines y White Flag. Los primeros son punk fresco, ultrarápido, ingenioso y sin pizca de fundamenta lismo rockero. Sus canciones, I wanna bi Kike Turmix o No todo lo que grunge es una fiera, jamás competirán armónicamente con las de Lennon y McCartney, pero ni falta que les hace. Son lo suficientemente divertidas e intrascendentes en directo como para ofrecer un espectáculo ligero y bien digerible. Los segundos hacen punk en serio, bien tocado y con un punto profesional que tal , vez no sea excesivamente coherente con el estilo que practican. Sus 16 elepés dan un grado de la veteranía que ostentan, pero, sin querer desmerecer su currículo, en directo van más a hacerlo bien que a la juerga.
Babelia
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