El Barça somete al Madrid a otro juicio sumario
Milla y Redondo serán titulares ante un equipo azulgrana más saludable
El péndulo del fútbol ha situado el Madrid-Barça de hoy (21.00 horas, autonómicas y La 2) en una situación muy alejada del duelo que marcó el apogeo madridista la pasada temporada. De la euforia colectiva que precipitó el último 5-0, el equipo de Valdano ha pasado a un estado de aprensión y dudas que se ha trasladado a todo el cuerpo social del club: Chamartín convierte cada partido en un juicio sumarísimo. El Barça acude con un aspecto más saludable, protegido por el colchón de puntos que tiene sobre su rival y sólo tironeado por el debate que ha abierto Cruyff sobre el presente y el futuro de Iván de la Peña. Pero las condiciones previas no impiden que el gran clásico del fútbol español sea nuevamente, un universo particular, un duelo que el Madrid lo mira como un punto de inflexión en su trayectoria y que el Barcelona lo toma como la posibilidad de abrir una hemorragia definitiva en el Madrid.Valdano ofrece esta noche una nueva salida a la complicada vertebración del equipo. La lesión de Amavisca supone la recuperación del experimento Milla-Redondo, sólo utilizado hasta ahora en amistosos. La impresión es que a Valdano le cuesta armar el mecano y que por ahí el Madrid pierde confianza y energías. La realidad es más concreta: los problemas de clarificación han surgido en la posición de medio centro (Milla o Redondo) y en el puesto de volante de enganche durante la ausencia por lesión de Laudrup. Sin embargo, la inconsistencia del juego , los resultados deficientes y la agitación de la hinchada han multiplicado la sensación de duda que invade al Madrid.
La presencia de Redondo supone un doble desafío. Por un lado, el entrenador reivindica al jugador frente a la enemiga del público. Es una decisión de carácter: en Chamartín, ante el Barca, en medio de una agria polémica, en un partido crucial que la afición vive entre la ansiedad y el miedo. El segundo reto corresponde a Redondo, que será objeto de un escrutinio implacable.
En cuestiones de estabilidad, el Barcelona ofrece más garantías en estos momentos. La goleada que sufrió la pasada temporada en Chamartín significó el final de una época. Se disolvió el núcleo fundamental del equipo (Koeman, Stoichkov y Romario) en medio del ruido de los aficionados y la directiva. Pero finalmente el Barcelona demostró capacidad de encaje y una indiscutible solidez de la institución. Siguió Cruyff, se atendieron sus peticiones y se aprobó una transformación radical (el desembolso por los fichajes de Kodro, Popescu, Figo y Cuéllar se acercó a los 2.000 millones de pesetas).
Mientras el Barca ha actuado con solvencia y criterio, el Madrid ha vuelto a evidenciar que es un club muy deteriorado, incapaz de resguardar a su equipo en la primera vacilación tras ganar la Liga. Eso ha su cedido por la extraordinaria debilidad del club, sensible a cualquier cambio de viento.
La profunda fractura social, las gravísimas penurias económicas y la ausencia de una dirección firme de la institución club ayudan a aumentar cualquier sensación de alarma. Al final, el Madrid es un club sin perspectiva, que ha contratado a siete entrenadores en seis años (Toshack, Di Stéfano, Antic, Beenhakker, Floro, Del Bosque y Valdano) y que tiene el mal gusto de convertir sus miserias en un espectáculo. Un día antes del decisivo partido frente al Grasshoppers, en medio de la tormenta que sufre el equipo, Mendoza fue especialmente inoportuno en someterse en televisión al fuego cruzado de un pelotón de periodistas. El resultado fue desalentador: de nuevo apareció el Madrid como un club desgarrado, moribundo, con la economía quebrada y sin un gramo salud deportiva. Esos fueron los mensajes que recibieron los aficionados y los jugadores en las vísperas de la presentación europea del Madrid en su estadio. Así es imposible la cohesión social, el optimismo y también el buen juego.
Esta situación coloca al Madrid en un estado de máxima urgencia frente al Barça. Otro juicio sumario en medio de la crispación. Por ese lado, el Barcelona sale con todas las ventajas. Ha comprendido que los títulos son para las instituciones saludables.
Alineaciones
Real Madrid: Buyo; Chendo, Hierro, Sanchis, Lasa; Luis Enrique, Milla, Redondo, Raúl; Laudrup; y Zamorano.
Barcelona: Busquets; Ferrer, Nadal, Sergi: Popescu; Guardiola, Bakero, Roger, Figo, Kodro y Jordi.
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