400 expertos de 60 países debaten los protocolos de Estado en Oviedo

"El protocolo constituye una ordenación fundamental de las relaciones entre las personas y entre los pueblos, y su utilidad es innegable", manifestó ayer el ex jefe de la Casa del Rey Sabino Fernández Campo en la conferencia inaugural del I I Congreso Internacional de Protocolo. El congrego, se celebra en Oviedo con asistencia de 400 expertos procedentes de 60 países, entre ellos los jefes de protocolo de los países miembros de la UE. Fernández Campo defendió en su intervención "la conveniencia de coordinar y unificar en lo posible las reglas protocolarias que rigen en las naciones". "Pronto será necesario establecer las bases generales de un protocolo mundial, sin perjuicio de las especialidades que las respectivas tradiciones impongan como consecuencia de ancestrales costumbres".La necesidad de las normas de protocolo es tanto mayor en "momentos difíciles y de constante tradición" como los actuales, "donde es corriente el predominio de intereses materiales sobre el concepto de la espiritualidad y de los valores morales". "Lo importante", agregó, "parece ser adquirir ante todo y por los procedimientos que sean, en el menor plazo posible, los medios que permitan introducirse en las capas más selectas de la sociedad. Por eso pienso en la conveniencia de prevenimos contra el desprecio de la dignidad y de la educación, si se considera que éstas no reportan beneficios prácticos y rápidos".

Femández Campo sostuvo que "de la ausencia total de protocolo al imperio absoluto de la grosería y la confusión no hay más que un paso

A su juicio, "el protocolo es la educación reglamentada. Es el procedimiento para colocar a cada uno en el lugar que le corresponde por su categoría o sus circunstancias, sobreponiéndose al criterio del propio interesado. Es el sistema para establecer una convivencia civilizada y es la regulación ceremonial que solemniza los actos y pone orden y belleza, dignidad y perfección, en su celebración y desarrollo".

Es misión del protocolo, añadió, "pasar inadvertido, mostrar sus efectos más que sus esfuerzos".