El Valladolid no marca ni de penalty
En un campeonato en el que los empates no están de moda, Fernando Vázquez, técnico del Compostela, buscó no quebrar la racha triunfal de su equipo, mientras que Rafael Benítez, entrenador del Valladolid, intentó estrenar el casillero de puntos sin que para ello fuese necesario abrir el de goles a favor. El empate pudo satisfacer a los dos equipos pero dejó indiferente al público vallisoletano.El Valladolid no ha marcado un gol en 180 minutos, ayer no fue capaz de hacerlo ni de penalti y lo que es peor, en ningún momento dio sensación de poder marcar. Al Compostela le bastó con ahogar a su rival en el centro del campo y asustarle con un par de contraataques rápidos. La tela de araña del Compostela a partir de la línea de centro del campo fue un frontón infranqueable para un equipo, como el Valladolid, harto de merecer ganar y perder partidos.
Ninguno de los dos conjuntos mostró en la primera mitad las virtudes expuestas en las dos jornadas precedentes. El Compostela reservó su contundencia para las tareas defensivas mientras que el cuadro vallisoletano no era capaz de dar argumentos válidos para variar el rumbo del partido y los balones aéreos eran un arma vanal contra la envergadura de la zaga. gallega. Las entradas por las bandas de Marcos y Fernando que habían hecho estragos frente a Barcelona y Valencia se perdieron en el barullo de jugadores que era el centro del campo. Si hasta ayer los hombres de Benítez habían creado claras ocasiones sin marcar, frente al Compostela ni siquiera llegaron al área rival.
Un solo momento tenso tuvo el encuentro en esta fase. El árbitro, debutante en Primera División, señaló al borde del descanso un penalti de Falagán sobre Raúl. Asanovic, titular en la selección croata, tuvo la ocasión de entrar con buen pie en la Liga española pero el cuerpo de Falagán despejó el balón.
El Valladolid, a falta de calidad, salió tras el descanso decidido a embotellar al Compostela, pero los gallegos atesoran en sus bandas a dos jugadores como Nacho y Lecumberri que pusieron en las botas de Ohen y Fabiano las oportunidades más claras de todo el partido.
Benítez comenzó a ver peligrar el empate y dio entrada a Álvaro Gutiérrez, campeón de la Copa América con Uruguay con el que el técnico blanquivioleta había afirmado no contar.
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