Dos muertos en un terremoto en México
Un seísmo de 7,3 grados en la escala de Richter causó ayer al menos dos muertos y una decena de heridos en el Estado de Guerrero y sembró el pánico en la capital mexicana, aunque en ésta no causó víctimas ni daños materiales graves. El terremoto, cuyo epicentro estaba a 75 kilómetros de Chilpancingo, capital de Guerrero, fue devastador en ese Estado, en el que numerosas viviendas de adobe colapsarón. Las víctimas se produjeron en Ometepec, uno de los tres pueblos más cercanos al epicentro.
En Ciudad de México el efecto del seísmo fue fundamentalmente psicológico. La población recordó aterrada el temblor sufrido el 19 de septiembre de 1985, en el que oficialmente se calcula que. murieron entre 10.000 y 20.000 personas. El aniversario de ese terremoto, de 8,1 grados en la escala de Richter, es recordado estos días con profusión de datos por periódicos e informativos de radio y televisión.
Ayer, el temblor, de 30 segundos de duración, se produjo un minuto antes de las ocho de la mañana (15.59 hora peninsular española) y se notó con fuerza en la capital del país y Estados vecinos, donde provocó el cimbreo de los edificios más altos, el disparo de numerosas alarmas y el corte de las energía eléctrica y del servicio telefónico en algunas zonas, así como desperfectos menores en viviendas y locales.
La alarma sísmica de la Ciudad de México, que avisa segundos antes de la llegada de un temblor, funcionó perfectamente y mucha gente pudo echarse a las calles. Hubo escenas de histeria, pero sobre todo miedo. Los automóviles se detuvieron y el desconcierto se apoderó de colegios, comercios, fábricas y oficinas, centros que precisamente en el momento en que se produjo el temblor iniciaban su jornada. El aeropuerto no se cerró y sólo el Metro y los trolebuses quedaron interrumpidos durante algún tiempo.
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