El joven muerto en Parla fue corneado 15 segundos sin que nadie le ayudara

La muerte de Óscar Martín Lozano, de 22 años, en los encierros de Torrelaguna en 1992 no ha servido de nada. Su caso se repitió punto por punto el domingo en Parla -también con alcalde socialista-; allí tampoco auxilió ningún capote a Raúl Cañete, de 18 años, durante los 15 segundos que duró su cogida mortal en pleno ruedo. El doblador que se llevó al astado tardó ese tiempo en aparecer. Además, el director de lidia no era un profesional del toro -contra lo que establece el Reglamento Taurino-, sino el presidente de una peña. Y los dobladores de "experiencia acreditada" (mozos provistos de capote) eran miembros de esa misma peña, que desde hace 12 años organiza el encierro.

El artículo 93 del Reglamento Taurino establece, entre los requisitos para un encierro "Contrato con un profesional taurino inscrito en las secciones I o II del Registro [de profesionales taurinos] o en la condicíón de banderrillero de la categoría primera se la sección V, que actuará como director de lidia para auxiliar a los que tomen parte en la fiesta". El director de lidia de Torrelaguna, en 1992, era efectivamente un banderillero profesional, pero nadie le avisó de que figuraba como tal y ni siquiera estuvo en el pueblo. En Parla, este año, el jefe de lidia era Pablo Carnicero, comerciante de 42 años.

El reglamento añade: "El diestro profesional director de lidia deberá estar auxiliado, al menos, por tres colaboradores voluntarios capacitados, debidamente identificados, o de 10 si se trata de encierros (...), para auxilio a los participantes". Estos colaboradores (en Pamplona se les llama dobladores) no existieron en Torrelaguna. En Parla eran 20 miembros de la citada peña.

El seguro de los encierros en Parla sólo cubre hasta 350.000 pesetas

La póliza de seguro contratada por el Ayuntamiento -y que, según el Reglamento Taurino, debe "cubrir cualquier riesgo o accidente"- reportará a la familia del fallecido un máximo de 350.000 pesetas. Los padres de Raúl Cañete Mora, Juan y Manoli, pidieron ayer desde Telemadrid que no se programen más encierros. Manoli recordó que aún tiene otros dos hijos que pueden acudir a ellos.

Sin embargo, ayer se desarrolló de nuevo la carrera, la última de 1995 (esta tradición en Parla tiene más de cuarenta años). Y regresaron a su tarea los 25 dobladores situados a lo largo del recorrido y los cuatro voluntarios con capote repartidos por la plaza de toros. Las heridas de ayer sólo fueron leves.

Según Pablo Carnicero, presidente de la peña taurina Don Popeye, responsable de la seguridad de los festejos taurinos, "el percance fue totalmente inevitable, ya que el chaval se resbaló y el toro hizo por él". Carnicero, de 42 años, vecino de Parla y "con 20 años de experiencia en encierros, tanto de forma profesional como por diversión", ha negado que los dobladores actuaran con lentitud. Además", recalca Carnicero, "la cornada mortal fue la primera".

La peña Don Popeye recibirá este año apenas 30.000 pesetas del Ayuntamiento por su ayuda en los festejos taurinos. Los peñistas califican esa cantidad de ridícula y señalan que "sólo en ropa destrozada ya se va ese dinero". El alcalde de Parla (72.000 habitantes), el socialista José Manuel Ibáñez, ha manifestado sentirse orgulloso del comportamiento, de las peñas, "que han hecho cumplir el horario y han velado por la seguridad".

El encierro de ayer se celebró "como homenaje a Raúl", pese a que IU pidió la suspensión. Se guardó un minuto de silencio y se dio suelta a tres toros y dos vaquillas. Los asistentes, eran unos 6.000, menos de la mitad que el día anterior. El festejo se inició a las ocho de la mañana y acabó a las 9.30, y se registraron seis heridos leyes (ninguno por asta de toro).

Tras el encierro, las peñas taurinas, el PSOE y el PP criticaron las declaraciones a EL PAÍS del nuevo director de Asuntos Taurinos dé la Comunidad, Julio Pacheco, ex alcalde de Humanes, quien se mostraba partidario de limitar los encierros a dos o tres minutos. Según las peñas, "Pacheco no puede cambiar los encierros después de haberlos celebrado en Humanes con los toros corriendo más de cuatro horas". El concejal del PP Juan Manuel Sacristán dijo: "Cuidadito con los encierros, porque las tradiciones hay que respetarlas". El alcalde matizó que la reducción será una tarea a largo plazo.

Raúl Cañete es el primer muerto en 14 años a causa de los encierros en Parla. En 1981 un joven de 16 años, con síntomas de embriaguez, falleció tras ser corneado por una vaquilla. El pagado agosto murió un hombre en los encierros de Leganés. En julio pereció un norteamericano en el recorrido de Pamplona.