Dos empresas finlandesas crean el primer grupo papelero de Europa

Las dos principales industrias papeleras y forestales de Finlandia acaban de dar origen en esta capital al principal complejo industrial europeo del ramo. Históricamente rivales, Repola (United Papel Mills) y Kymmene interrumpieron en la mañana de ayer las cotizaciones de sus respectivos valores en la bolsa paya anunciar, horas más tarde, el nacimiento de United Paper- Mills-Kymmene (UPM-Kymmene), concluyendo así más de un año de negociaciones. La operación tiene que ser aprobada por la Comisión Europea.

Con una cifra de negocios de 7.300 millones de dólares (920.000 millones de pesetas), dotada de una alta tecnología y con 45.000 trabajadores, la UPM-Kymmene se convierte en la más grande industria papelera del continente y en la quinta del mundo. En el sector de papel prensa es, asimismo, un productores más importantes del mundo siendo determinante en Europa. Su capacidad instalada produjo el año pasado 7,2 millones de toneladas de papel. El grupo cuenta de una reserva forestal de casi un millón de hectáreas de bosque. "Podemos afrontar este desafío con confianza pues tenemos en nuestras manos los mejores recursos del mundo", manifestó en la rueda de prensa el director general de la nueva empresa, Juha Niemela.

Columna vertebral

La industria papelera constituye la columna vertebral de la economía de Finlandia. El año pasado ocupó, como lo viene haciendo desde hace muchos años, el primer puesto en las exportaciones del país con un 36% del total. Tradicionalmente en Finlandia los dos grandes grupos económicos tuvieron serias rivalidades. La fusión del sistema bancario en febrero de este año fue el primer gran paso hacia la eliminación de dichas cotradicciones. La presente fusión, en un campo tan estratégico como el papel, viene a coronar tales esfuerzos.Kymmene representa al capital de la poderosa minoría de habla sueca, mientras que Repola representa el capital emergente de las industrias puramente finlandesas.

Ninguno de los dos grandes grupos se siente perdedor y el valor de sus acciones en el momento de anunciar la fusión fueron de siete acciones de la nueva UPM-Kymmene por cada cinco de la vieja Kymmene y una por una para los accionistas de Repola. Al cierre de la bolsa, los valores de ambas empresas experimentaban fuertes aumento. La composición del capital del nuevo complejo industrial es del 57% para las acciones de Repola y 43% para las acciones de Kymmene.

Las inquietudes de sectores sindicales ante la posible pérdida de puestos de trabajo fueron acalladas por los representantes de la nueva empresa, que les aseguraron que no se producirán despidos. La fusión debe aún ser aprobada por las asambleas de socios de las respectivas empresas y, posteriormente, por la comisión de la Unión Europea, que debe examinar si incumple la normativa sobre competencia. Este sector también vive procesos de fusiones como la de la sueca SCA y la alemana PWA.