Glaxo-Wellcome anuncia una reducción de plantilla de 7.500 trabajadores
Los costes de la grandeza serán grandes para Glaxo-Wellcome, la mayor compañía farmacéutica del mundo tras la fusión de ambas firmas como consecuencia de la OPA de Glaxo sobre WeIlcome en marzo pasado. El nuevo gigante, que afronta una complicada remodelación, anunció ayer una esperada y temida medida: Glaxo-WeIlcome se prepara para suprimir 7.500 puestos de trabajo en un breve plazo.
El Reino Unido, sede principal de la gigantesca multinacional, será el país más afectado por la medida, con una reducción de 1.700 puestos de trabajo. Fuentes de Glaxo lamentaron ayer no disponer de datos concretos sobre el futuro de su filial española. Con la supresión del 10% de su personal, distribuido en 120 países, Glaxo-Wellcome espera ahorrar entre 500 y 700 millones de libras anuales (más de 98.000 millones de pesetas).
La firma, que hizo coincidir ayer el anuncio de su plan de racionalización con los resultados del último ejercicio beneficios antes de impuestos de 1.500 millones de libras calculó en su día el coste global de la fusión en torno a los 1.200 millones de libras.
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