Un pueblo de Badajoz se moviliza de nuevo contra 577 bidones de uranio

El Lobo sigue metiendo miedo en La Haba, un pueblo de Badajoz de 1.800 vecinos. Sus habitantes han vuelto a movilizarse este verano contra los 577 bidones de mineral de uranio almacenados desde hace dos años en la cueva de El Lobo -una antigua mina de uranio-, a seis kilómetros de la población. Muchos vecinos temen que los bidones contengan más radiactividad que la que dice el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que insiste en que lo que hay dentro de los recipientes son restos "idénticos en todas sus características" a los minerales del paraje y que ya hay un proyecto para sellar la mina.

Muchos se preguntan por qué esos residuos no han ido a El Cabril (Córdoba), donde Enresa ha instalado el almacén de desechos de baja radiactividad. Un portavoz de Enresa destaca que en los bidones de El Lobo hay "isótopos naturales, no materiales como los de El Cabril, con radiactividad inducida artificialmente".

Los materiales proceden del desmantelamiento de las instalaciones y laboratorios que la Junta de Energía Nuclear (hoy Ciemat), tuvo para la obtención de concentrados de uranio.

Pero el alcalde de La Haba, Joaquín Martín -del PSOE, 12 años gobernando-, no se acaba de fiar de nadie: "El CSN ha dicho que van a sellar totalmente la mina con los bidones dentro. Pero yo no me acabo de fiar del CSN. Porque aquí trajeron los bidones de noche, sin avisar y sin explicar nada a nadie de lo que había dentro. Claro, eso levantaba sospechas".

Las protestas de este verano se han avivado porque algunas personas de la zona, como Juan Serna, del Fondo Patrimonio Natural Europeo, temen que Enresa aproveche la situación para proponer la cueva de El Lobo como uno de los lugares candidatos a acoger el cementerio nuclear español, emplazamiento que ha de decidirse de aquí al 2005. "Que esto dé pie a instalar allí el cementerio nuclear es una exageración que nada tiene que ver con la realidad", señala el portavoz de Enresa.