El fallo del detonador de una bomba colocada en París evita la tragedia
Pasaban apenas 10 minutos de las 11.00, cuando los parisienses que cada domingo acuden al mercado callejero del bulevar Richard Lenoir oyeron un ruido sordo, "como de una explosión entre cólchones", explicó con detalle aún asustada una vendedora de boudin antillais, un producto de la charcutería antillana. La explosión fue acompañada de una llamarada y de humo, de mucho humo blanco. "Primero pensamos en un accidente, en un fogón de gas o algo así. Luego supimos que se trataba de una bomba que sólo había estallado a rnedias". El fallo del detonador evitó la tragedia, declaró después el ministro del Interior, Jean-Louis Debré, a un canal de televisión.El explosivo, de gran potencia, estaba escondido en un puesto de frutas que empezó a arder. Los empleados del mercado, ignorantes del motivo exacto de la llamarada, acudieron prestos a sofocar el incendio. "El mercado está repleto, como cada domingo", explicó otra mujer. "Se oyó una explosión, alguien, gritó y la gente empezó a correr".
Un terrorismo indiscriminado, con las sospechas policiales centradas en los grupos islamistas argelinos, que ataca los lugares de gran concentración humana, ha golpeado varías veces París en el plazo de poco más de un mes.
La última semana de julio, una bombona de gas repleta de una sustancia explosiva estallaba en el interior de un vagón de metro, en la estación de Saint Michel, y mataba a siete personas y hería a más de 80. A finales de agosto otra bomba, de nuevo una bombona de gas, pero ahora situada en una papelera vecina a una boca de metro y a la plaza de la Étoile, hería a una docena de transeúntes, la mitad de ellos turistas. Ayer en ese bulevar que nace en la plaza de la Bastilla y en un mercado callejero de alimentación, la suerte quiso que el artefacto estallase sólo muy parcialmente.
"El detonador no ha funcionado normalmente", confirmó el ministro del Interior, Jean-Louis Debré. Las cuatro mujeres heridas lo fueron de poca gravedad, en las piernas y los brazos. La asistencia a los heridos se efectuó con toda rapidez.
A Richard Lenoir acuden los vecinos del Marais, pero también los de la Republique, Belleville u otras zonas populares. Es un mercado en el que se mezclan los sabores del Magreb, las Antillas o del África negra, con los de todas las regiones francesas. En esta ocasión, el artefacto explosivo no era una bombona, sino una olla a presión. El hecho de que el detonador estuviera defectuoso evitó según palabras de uno de los policías, "una nueva matanza". Fue una auténtica fortuna que no funcionase, aseguran.
Las tres explosiones de París fueron precedidas, el 11 de julio y también en la capital francesa, por el asesinato del imam (autoridad religiosa) Abdelbaki Sarhaoui, fundador del Frente Islámico de Salvación, a quien dispararon con una pistola con un silenciador idéntico al hallado, poco tiempo antes, en una guarida del GIA (Grupo Islámico Armado) en Bruselas. Este grupo, el más radical de cuantos actúan en Argelia, es el responsable de la mayoría de los asesinatos de extranjeros en suelo argelino.
Atentado contra el TGV
Hace pocos días hubo otra explosión fallida, la de otra bombona cargada con 25 kilogramos de explosivo y situada junto a la vía del TGV (Tren de Gran Velocidad) que une París con Lyón. A raíz de ese atentado no consumado la policía ha detenido a 20 personas en Lyón y París, siete de las cuales será procesadas al hallarse en sus domicilios armas y material para fabricar explosivos.Como mínimo, dos de las tres bombonas empleadas hasta ahora habían sido adquirídas en Bélgica y nada se sabe de la tercera. Respecto a la olla a presión del bulevar Richard Lenoir, dado que apenas ha quedado deformada, la policía científica espera poder deducir nuevas informaciones de su análisis. "No puedo decir más", aseguró el ministro del Interior, "ahora nuestros especialistas deberán estudiar el artefacto". Esta investigación puede ser esencial para saber si la bomba fue construida en Francia o en el extranjero.
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