Tipos y normas
Los carriles bici son, en general, de tres tipos según el emplazamiento.
En la calzada. Puede ser exclusivo o compartido con taxis y autobuses. Problemas: que estos vehículos no respeten a las bicicletas o que la vía sea invadida por coches privados ilegalmente. Otro peligro radica en que conductores sin mucho civismo aprovechen el espacio libre para aparcar. No hay normas especiales: rigen las del del Código de Circulación.
Segregado. El carril segregado es una vía, por lo general de unos dos metros de ancho, exclusivamente construida para bicicletas. Es el existente, por ejemplo, en el Pasillo Verde Ferroviario. Generalmente se pinta de granate. Las dos pegas que plantea: que las ciudades encuentren sitio y los cruces con las calzadas. Son necesarios semáforos específicos.
Peatonal. El tercer tipo, es el compartido con los peatones: Un lado de la acera o del paseo está reservado a las bicicletas y el otro a los caminantes.
Por lo general, los peatones, de forma inadvertida y casi natural, invaden la vía de las bicicletas. También se pinta de granate.
Para cruzar las calles, se utilizan los extremos de los pasos de cebra. También son necesarios los semáforos especiales para bicicletas. En Barcelona, en este último tipo de carriles los ciclistas pueden ir, como máximo, a 30 kilómetros por hora. Además, los peatones disponen siempre de preferencia.
Lo que impera, de verdad, tanto en los carriles peatonales como en los compartidos con automóviles, es la ley del más fuerte", precisa Mercè Badías, una estudiante barcelonesa de 23 años, quien, desde hace años, va a todos los sitios de su ciudad en bicicleta.
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