Ataques por "videoclip"
Como ya sucediera en la guerra del Golfo hace cinco años, los aliados vuelven a utilizar el video clip como arma de disuasión, para demostrar la precisión de sus sofisticadas bombas inteligentes, que guiadas por láser son capaces de alcanzar y destruir objetivos muy concretos sin causar daños colaterales (muertos, en el argot militar).
Altos cargos de la OTAN en Nápoles mostraron ayer, menos de 24 horas después de su filmación, 11 películas cortas en las que se observa con gran claridad la destrucción de otros tantos blancos serbobosnios. El almirante estadounidense Leighton Smith destacó sobre todo tres vídeos. En uno de ellos un F-18 español destruye el radar de Skolac, un importante centro de comunicaciones al noreste de Mostar.
"Si alguien tiene dudas sobre nuestra capacidad y la decisión de utilizarla yo le invitaría a ver alguna de estas películas", aseguró Smith con ironía.
Y la verdad es que necesitan poco comentario. Primero, se distinguen unos hangares en la zona de Vogosca, al norte de Sarajevo. Es un almacén de armas. En blanco y negro, la cámara, cruzada por una mirilla en forma de cruz, se va acercando. De repente, surge en el campo de la imagen una luz. A continuación el objetivo explota. La misión ha sido completada.
La OTAN tiene establecidos desde hace días los objetivos esenciales. Un ataque, como el desarrollado en los últimos días, es precedido por aviones F-111 de guerra electrónica -de los que EE UU enviará más unidades-, cuyo trabajo es hacer enloquecer a los radares enemigos con informaciones falsas. A continuación, actúan los bombarderos. Después, aviones espías U-2, aviones de reconocimiento F-14 y satélites comprueban los daños producidos para que el mando decida si el objetivo ha sido destruido o es necesario repetir.
Sin nuevos objetivos
Mientras que los aviones tienen blancos suficientes, la Fuerza de Reacción Rápida desplegada en el monte Igman (sur de Sarajevo) tiene problemas para entrar en combate, pues según confesó ayer un portavoz de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas "se han quedado sin objetivos". En la primera noche dispararon 900 proyectiles sobre 23 objetivos, destruyéndolos.
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