Sin alicientes
La Bolsa desperdició ayer una buena ocasión para frenar el goteo a la baja al dejar pasar el recorte en la rentabilidad de bonos y obligaciones a tres y 10 años. El Tesoro situó la rentabilidad de estos activos por debajo del 11%, aunque al final de la sesión el mercado secundario replicó con una caída de los precios que puso en entredicho la decisión de la autoridad monetaria.El mercado de valores se fió más de los intercambios entre los inversores y ajustó su trayectoria a los precios de la deuda en el mercado secundario, con lo que el ambiente de la sesión resultó totalmente negativo. La contratación, 18.400 millones de pesetas efectivas, parece ser el fruto de los esfuerzos realizados por los cuidadores para contener los precios, más que el resultado del interés por tomar posiciones.
La peseta se ajustó como pudo a la inestabilidad del dólar, mientras que Wall Street se orientaba a la baja ante el retroceso de la confianza de los consumidores norteamericanos. Madrid cedió el 0,55% y el IBEX 35 un 0,57%.