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100 personas figuran como objetivos en una 'lista negra' de los cabezas rapadas

Los cabezas rapadas saben a quién atacar. Este movimiento neonazi ha elaborado una lista negra con sus objetivos preferentes. Se trata de 100 personas de quienes los skins poseen nombre, edad, dirección, teléfono e incluso la matrícula del coche y la situación laboral. Esta detallada lista ha sido puesta en circulación entre las bandas violentas a través de un opúsculo clandestino llamado Cirrosis. Las víctimas elegidas van desde negros, toxicómanos y prostitutas, pasando por miembros de CNT, la Radikal Gay y colectivos antifascistas y anarquistas, así como separatistas -vascos, gallegos y catalanes- y comunistas. La lista incluye a un periodista del diario vasco Egin y a una conocida abogada abertzale.

El número 20 de la revista Cirrosis demuestra el preciso conocimiento que los cabezas rapadas poseen de sus víctimas. El panfleto, de 10 octavillas y sin data de impresión, ofrece no sólo los datos para localizar a los objetivos, sino que también detalla la adscripción ideológica e incluso la militancia de los mismos -siempre acompañado de un insulto del tipo "guarro de Jarrai", "puerca anarquista" o "subnormal que lleva una ikurriña hasta en las bragas"-. En los casos en los que les falta la dirección, la revista facilita los nombres y solicita la "colaboración" de los skins de toda España -por ejemplo: "Nos llegan de Valladolid unas cuantas direcciones de guarros de Unidad del Pueblo Castellano. Esperamos con ansiedad noticias vuestras así como más direcciones de puercos, incluida la de... [abogada abertzale]".

Junto al alto grado de especialización en la recogida de datos, el panfleto demuestra, en contra de las tesis policiales, la organización de este movimiento capaz de un intercambio de información por canales clandestinos a escala nacional.

Prueba de esta fluidez reside en que el panfleto facilita el nombre y dirección de un independentista catalán identificado tras el robo de su agenda en un partido de fútbol en Bilbao, o bien se da cuenta de un antifascista de Burgos que se relaciona con HB y acude a la herricotaberna en sus vistas a Barakaldo. De hecho, la lista, elaborada con ayuda de los grupos locales, ofrece objetivos en Madrid, Barcelona, Burgos, Valladolid, Sevilla, Palencia, Vigo, La Coruña, Bilbao, Barakaldo y San Sebastián. En todas estas ciudades, los cabezas rapadas presumen de controlar bandas que les proporcionan información.

Mención aparte merece la capital de España y su periferia -Alcobendas, Móstoles, Leganés, San Sebastián de los Reyes-, donde los cabezas rapadas poseen el grueso de sus efectivos. Aquí, movidos por un singular sentido territorial, se permiten incluso discutir sobre la necesidad de aumentar el control de las calles tras la aparición de dos nuevas bandas de punkis. En este terreno, las acotaciones de los skins rezuman precisión. Son capaces de remontarse en el tiempo y describir el currículo de un objetivo. Conocen sus estudios, su entorno familiar, su pasos en la lucha antifascista.

"Probablemente sea el mayor enemigo de todo aquel que se considere revolucionario, fascista, skin o español en nuestros municipios. Practica artes marciales y es un traidor hijo de puta", afirma la reseña del opúsculo.

Entre las fuentes que nutren a los neonazis figuran los juicios celebrados contra separatistas o terroristas, el seguimiento a miembros de asociaciones de familiares de presos -incluso a partir de las matrículas de coches-, así como la asistencia a mítines y actos de organizaciones enemigas, como los antifascistas y anarquistas.

Para ello, la publicación facilita técnicas de infiltración. "La mejor forma de controlar a estos cerdos es colocarte un par de pins con la ikurriña y la A anarquista y meterte en una de sus manifestaciones o en cualquiera de sus actos o juicios en los que estén implicados. No olvides ir lo más sucio posible para pasar desapercibido, grita policía asesina, gora ETA y chorradas por el estilo, y acabarás la jornada con tu agenda repleta de teléfonos y direcciones, matrículas de coches, etcétera". Ejemplo de este método lo da el opúsculo en relación con el seguimiento que se efectuó a familiares de grapos en un juicio celebrado recientemente en Madrid. A la inversa, también toman nota de aquellos que se les acercan, como en el caso de un Ford Fiesta que "el último 20-N [aniversario de la muerte de Franco] llevó a Tirso de Molina pancartas antinazis".

Otra fuente de información procede de los infiltrados en hinchadas como los boixos nois barcelonistas y también de los sumarios abiertos tras las agresiones sufridas por rapados a manos de otros grupos, como los antirracistas sharp.

Los cabezas rapadas conminan a emplear la violencia contra los investigados e incluso contra los locales que frecuentan -en la lista aparecen cuatro bares con sus respectivas direcciones-. Para ello dan instrucciones precisas. Por ejemplo, al tratar sobre los citados establecimientos señalan: "Imprescindible acudir con cócteles mólotov o material similar".

En el caso de un militante de CNT de la madrileña localidad de Alcobendas, al que acusan de vender drogas y pegar carteles de HB, exigen: "A este cabrón hay que cazarle encapuchado, pues su familia es de delincuentes habituales". Ésta es la tónica general del panfleto.

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