Cardenal asegura que hay indicios suficientes para mantener el cerco en torno a Apodaka
El director general de la Guardia Civil, Ferrán Cardenal, se sumó ayer en Vitoria al equipo que dirige las labores de búsqueda del comando Donosti de ETA en la sierra de Badaya. Cardenal visitó primero a las 22 familias que vivían en la casa cuartel que los terroristas intentaron volar el pasado jueves en Arnedo (La Rioja), y se trasladó después a Vitoria, donde mantuvo un almuerzo de trabajo con los mandos de la Guardia Civil. "Hay indicios suficientes como para mantener el cerco", declaró en Apodaka, "y la Guardia Civil trabajará a fondo para atrapar a los terroristas".
El Gobierno Civil de Álava confirmó ayer que los etarras a los que se busca por el atentado de Arnedo son José Francisco Segurola Mayoz -jefe del comando, huido desde junio de 1994-, Juan Antonio Olarra Guridi -huido en abril de 1992 tras el asesinato en Irún del inspector Helices Patiño-, Asier Oyarzábal Chapartegui procedente de un grupo Y-, y Javier Ceberio Arruabarrena -propietario del coche con el que al huir de Arnedo sufrieron un accidente-. Fuentes oficiales confirmaron que las placas falsas utilizadas para cometer el atentado de Arnedo coinciden con las empleadas por el comando Donosti de ETA en el atentado que costó la vida el 10 de abril en San Sebastián al brigada del Ejército de Tierra Mariano de Juan Santamaría. En el mismo coche accidentado fue hallada una pistola Browning de 9 milímetros Parabellum utilizada en los asesinatos del concejal del PP Gregorio Ordóñez (23 de enero), de Alfonso Morcillo en Lasarte, el 15 de diciembre y en el atentado que dejó en coma al inspector Enrique Nieto el pasado 8 de junio.A la espera de resultados
Ferrán Cardenal llegó a Vitoria poco después de las dos y media de la tarde y mantuvo una reunión de trabajo con los mandos que dirigen la operación de rastreo por sexto día consecutivo. Tras el almuerzo se trasladó al aeropuerto de Foronda, centro desde donde se dirigen las operaciones de transporte de los agentes, y a las proximidades de Apodaka -localidad más al norte del cerco policial en la sierra de Badaya-.
"Tengo que ser muy prudente", declaró allí, "pero el trabajo y el esfuerzo que estamos desarrollando, en condiciones a veces muy malas, tiene que acabar, a la corta o a la larga, dando resultados". Cardenal subrayó que el cerco se mantendrá mientras exista la más mínima posibilidad de cogerlos. "Hay indicios suficientes como para mantener aquellas medidas que los especialistas y técnicos crean que pueden dar resultados", indicó. El máximo responsable de la Guardia Civil pidió disculpas a todas aquellas personas a las que se pueda es tar molestando como consecuencia de la operación y agradeció la buena disposición de la población para con los agentes.El cerco en torno a la sierra de Badaya fue montado a las siete de la mañana del jueves, una hora larga después de que el coche fuera hallado en un camino de la localidad de Martioda, cerca de Vitoria. La pista del coche fue seguida por una patrulla de la Ertzaintza que lo avistó alrededor de las cinco, y lo perdió posteriormente, después de una corta persecución. En el coche había varios tipos de sangre, por lo que los investigadores creen que al menos dos de los integrantes del comando sufren heridas. Según una nota oficial, la primera en la que se da una relación cronológica de hechos, "el coche fue hallado por la Guardia Civil e inspeccionado, deduciéndose que los tres autores habían huido hacia el rnonte".Previamente, Cardenal había visitado la casa cuartel de Arnedo con el fin de conocer el estado de ánimo de los agentes destinados en la misma e inspeccionar los daños. materiales ocasionados por las explosiones, que han sido evaluados en 60 millones de pesetas. Tras hablar personalmente con los 22 guardias civiles y sus familiares, informa Ignacio Martínez desde Logroño, Ferrán calificó el atentado como "terrible" y destacó: "ahora lo principal es recuperar la normalidad". Uno. de los mandos del acuartelamiento declaró que los agentes están con la moral alta pero no tanto las mujeres y sus hijos, que son los que más han sufrido con la acción terrorista. Por otra parte, Cardenal señaló que se reforzarán las medidas de seguridad de los acuartelamientos instalando circuitos cerrados de televisión en los exteriores de los mismos.
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