Aitana Sánchez-Gijón hará 'La gata sobre el tejado de zinc', con Carmelo Gómez

Las cosas no le pueden ir mejor. Aitana Sánchez-Gijón copa las carteleras. Paseando por las nubes, de Alfonso Arau, bate récord de taquilla en Estados Unidos; mañana se estrena en los cines de toda España La ley de la frontera, el último trabajo de Adolfo Aristaráin, y en octubre regresa a las carteleras con Boca la boca, una comedia de Manuel Gómez Pereira. Pura "casualidad", aseguraba ayer la actriz recién llegada de Los Angeles quitando importancia al éxito que la precede. "Se me ha juntado todo, son las tres películas que he hecho en el último año. En las tres interpreto papeles completamente distintos: una periodista americana sin prejuicios morales, una jovencita muy vulnerable y una putita".Para asimilar profesionalmente todo lo que le ha pasado en el último año, Aitana (Roma, 1968) se retira del cine provisionalmente para volver a sus orígenes como actriz. Los próximos ocho meses los dedicará al teatro. En octubre inicia los ensayos de La gata sobre el tejado de zinc, de Tennesses Williams, donde compartirá cartel con Carmelo Gómez. De la dirección se ocupará Mario Gas. Strion, la compañia de teatro de Aitana y el propio Carmelo Gómez, correrán con los gastos de producción de la que será la obra teatral de la temporada. "Estoy muy ilusionada con este proyecto. No descarto volver a Hollywood, y hay cosas de las que ya se está hablando, pero ahora quiero concentrarme en el teatro, del que llevo dos años ausente".

Desde que regresó de Los Angeles no ha podido dormir una noche antes de las seis de la mañana, pero el jet lag no se le nota. Aitana está radiante. Ni ejerce de guapa ni cree que su físico vaya a condicionar su carrera. "Si en algo ha influido mi aspecto, ha sido siempre para bien".

Aitana dedicó una buena parte de la jornada de ayer a la promoción de La ley de la frontera, la película del director argentino Adolfo Aristaráin donde interpreta a Bárbara Miller, una periodista de The New York Times que busca a El Argentino, un bandido romántico, para realizar un reportaje sobre su vida.

Entre entrevista y entrevista, Aitana saludaba amigablemente a sus compañeros de rodaje Pere Ponce y Achero Mañas. "La mayor parte de La ley de la frontera se rodó en exteriores, lo que crea un ambiente muy especial dado que hay una convivencia permanente con los compañeros. Cenábamos juntos, nos tomábamos las copas juntos...", recuerda Aitana, quien reconoce que, pese a las risas y las bromas, el último rodaje de Aristaráin ha sido muy duro físicamente para todos. "No se utilizaron dobles y hay muchas escenas de acción". Aitana reconoce que el sistema de promoción español no es nada comparado con el americano. La actriz recuerda sobre todo una maratoniana sesión de entrevistas televisivas: "Esto es relajadísimo. En una sola jornada contesté a 45 periodistas".

Aitana tiene palabras de halago para Keanu Reeves, su compañero de reparto en Un paseo por las nubes, al que califica como tímido y sensible, y defiende a capa y espada el filme. "La película ha tenido críticas negativas, especialmente de los que buscaban la continuación de Como agua para chocolate, pero otros la han valorado muy positivamente. En este momento es la segunda película más taquillera en Estados Unidos". Del rodaje, al que se incorporó un día después de acabar La regenta, recuerda especialmente las clases de relajación que recibían antes de iniciar cada jornada, "Forma parte de la particular forma de trabajo de Arau. Las clases te ayudaban a abrir el corazón y dejar que las emociones fluyeran".

El factor humano

Para esta actriz de 27 años, la diferencia entre el cine que se hace aquí y el de Estados Unidos es "la pasta". "Allí hay una industria muy estructurada, lo que facilita mucho las cosas, pero no tenemos nada que envidiarles en lo que se refiere al factor humano. También allí se trabaja a destajo". La protagonista de La regenta reconoce también que Hollywood da vértigo, especialmente por su capacidad para crear o destruir estrellas.Pese a que en las últimas semanas su cara ha ocupado portadas en las revistas, ella asegura que no ha perdido del todo el anonimato. "El domingo estuve en la piscina y volví a casa en metro. No voy a negar que ahora la gente me mira más, pero no tengo una sensación de acoso".