El primer ministro sueco anuncia por sorpresa que dimitirá en marzo

El primer ministro sueco, el socialdemócrata, Ingvar Carlsson, anunció ayer por sorpresa que en marzo de 1996, durante un congreso extraordinario de su partido, dejará la dirección de éste y la jefatura del Gobierno. Dijo que consideraba cumplida su tarea de haber restituido a su partido al Gobierno, después del interregno entre 1991 y 1994, en el que dirigió el país una coalición de partidos burgueses. Carlsson señaló que considera sensato trasladar las responsabilidades que ha tenido hasta ahora a nuevos dirigentes.

Carlsson negó que las dificultades en que se encuentra su partido, profundamente dividido sobre la Unión Europea, y los inciertos resultados que pueden depararle las elecciones al Parlamento Europeo a celebrar en septiembre próximo, hayan influido en su decisión. "Si yo hubiera reaccionado de acuerdo a esos presupuestos", dijo, "haría ya mucho tiempo que hubiera renunciado". Y agregó que en su carrera política había tenido problemas mayores y situaciones más difíciles que las resultantes de la adhesión de Suecia a la UE. Carlsson reiteró su opinión de que el ingreso de Suecia en la Unión había sido una decisión histórica y correcta, pero añadió que era "consciente de que no todos participaron de este convencimientoEl anuncio causó sorpresa, aunque más por el momento elegido que por la decisión en sí, ya que desde que asumió el Gobierno, tras las elecciones de septiembre pasado, Carlsson había insinuado en más de una ocasión que deseaba renunciar.

El denominador común de las reacciones es de comprensión. Aunque cuenta sólo con 61 años de edad, hace 35 que está en la lucha política, ha sido dos veces primer ministro y varias veces ministro. Al margen de las consideraciones que hayan merecido sus decisiones políticas, tanto entre la oposición como en el propio partido socialdemócrata -especialmente en el plano económico- es una figura respetada por partidarios y adversarios.

Ingvar Carlsson rehusó dar ninguna indicación sobre quién será su sucesor, y dijo que eso lo decidirá democráticamente el partido socialdemócrata. Sí anunció, no obstante, que no participará en las discusiones sobre ese punto.