Solana viaja a la zona de conflicto en apoyo del plan de Clinton
IGNACIO CEMBRERO El ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, va a vender en la antigua Yugoslavia -en Zagreb, hoy; en Sarajevo, mañana, y en Belgrado, el viernes- la idea de que la reciente iniciativa de paz del presidente norteamericano Bill Clinton, es la última oportunidad de una paz rápida en los Balcanes.
Solana inicia hoy una gira en tanto que presidente del Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE). En Zagreb será recibido por el jefe del Estado croata, Franjo Tudjman, y su ministro de Exteriores, Mate Granic; en Sarajevo, por el presidente bosnio, Alia Izetbegovic, y en Belgrado, por el líder serbio, Slobodan Milosevic. Entre las dos últimas etapas de su viaje hará una parada en Mostar para visitar al contingente español.A principios de mes, la ONU desaconsejó la primera visita de un ministro español a Sarajevo por razones de seguridad y, en plena ofensiva croata en Krajina, era inoportuno desplazarse a Zagreb para no dar la impresión de avalar su belicosidad.
"Clinton también está mandando emisarios a ver a Milosevic -el lunes llegó a Zagreb Richard Holbrooke, subsecretario de Estado, que viajará también a Sarajevo y Belgrado- porque cree que los serbios están maduros para negociar después de la derrota de sus hermanos de Krajina", afirma un diplomático español.
Holbrooke comenzó ayer por la tarde sus contactos diplomáticos tras haberse visto obligado a cancelar su viaje a Sarajevo, a causa de la niebla. El alto funcionario norteamericano s e entrevistó en Split con el ministro croata de Exteriores, Mate Granic, y con el titular bosnio de esa cartera, Mohamed Sacirbey. Hoy lo hará con el presidente de Croacia y mañana con el de Serbia.
Si se exceptúa pedir a Tudjman y Milosevic que no lleguen de nuevo a las manos por la Eslavonia oriental, el periplo de Solana no tiene objetivos propios porque la UV carece de ellos. Las capitales comunitarias se han apuntado a las ideas de Clinton aunque, en cierta medida, contradicen el plan de paz del Grupo de Contacto, al que España está plenamente asociada desde que asumió la presidencia europea.
El titular de Exteriores manifestó el sábado su "gran sintonía" con los emisarios norteamericanos Anthony Lake y Peter Tarnoff, a los que recibió en La Moncloa con el presidente Felipe González. A juzgar por las declaraciones de Solana, el entusiasmo español se acerca más al alemán que al francés o británico, algo más cautelosos en su aprobación del plan.
La prensa de EE UU ha señalado que la propuesta de Clinton asume la conquista por los serbobosnios de Srebrenica y Zepa, dos enclaves seguros musulmanes, e incluso les otorga un tercero, Gorazde, y prevé una ampliación del pasillo de Brcko, que une las zonas en manos de los serbios del norte y el oeste de Bosnia. Los musulmanes obtendrían a cambio algunas compensaciones territoriales. Tal proyecto implica desplazamientos de población, es decir, una cierta purificación étnica sin violencia que rechazan los europeos.
Bosnia se convertiría en una federación con dos partes: croato-musulmana y la serbia. Washington acepta, por primera vez, que estos últimos tengan "relación especial" con Belgrado e incluso, a la larga, puedan unirse a Serbia.
Por otra parte, EE UU ha considerado. por vez primera que, la propuesta rusa de conferencia internacional para buscar la paz es una "idea constructiva". Moscú recibió con satisfacción los esfuerzos norteamericanos para resolver el. conflicto pero, según un portavoz del Ministerio de Exteriores, "no son aceptables las propuestas de utilizar la fuerza militar".
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