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Entrevista:

"El equilibrio militar empieza a inclinarse del lado croata y musulmán

Evgueni Kozhokin, de 41 años, asegura que la conquista de Krajina inclina la balanza de la guerra a favor de los croatas y de los musulmanes bosnios, pero introduce el riesgo de otras guerras en la región

Pilar Bonet

La victoriosa ofensiva croata en Krajina ha dado un giro radical a la guerra en los Balcanes y pone a los serbios de Bosnia en una posición de debilidad sin precedente! desde el comienzo de la guerra en la ex Yugoslavia. La tentación de aprovecharse de esta debilidad, sin embarger, puede provocar una nueva "9adena de guerras". Así lo advierte Evgueni Kozhokin, el director del Instituto de Estudios Estratégicos de Rusia, una entidad estatal que prepara in formes para el Consejo de Se guridad y otras instituciones dependientes del Kremlin. En una conversación con EL PAÍS, Kozhokin, antiguo jefe del subcomité de Espionaje y Seguridad Internacional del Parlamento ruso disuelto en 1993, -opina que. el equilibrio militar en Yugoslavia "empieza a inclinarse del lado de los croatas y los musulmanes". Si esta tendencia se mantiene, después de la derrota militar de los serbios (de Krajina) vendrá, otra, que, puede actuar como detonante en relación a Kosovo", es decir, hacer explosionar la mina albanesa y prolongar el reparto de la herencia de Yugoslavia. En opinión de Kozhokin, Croacia está interesada en el equilibrio de fuerzas en los Balcanes y, por eso mismo, no puede estar interesada en una derrota total de los serbios.Según Kozhokin, Rusia no tiene una política expansionista en los Balcanes, porque ni sus posibilidades financieras se lo permiten ni son ésos sus fines geoestratégicos. Las palancas claves para encauzar el conflicto en la ex Yugoslavia no dependen tanto de Moscú como, de Washington y de Bonn. Pero la política de, estas capitales, opina , ha puesto en entredicho la misma idea de las operaciones internacionales de pacificación. En Yugoslavia hay "una guerra civil sucia donde no hay ni buenos ni malos".

Rusia se equivocó al apresurarse a reconocer a Croacia,y a Bosnia, explica Kozhokin, que es escéptico respecto a los tradicionales lazos entre rusos y serbios dos pueblos eslavos' en tanto que miembros de la comunidad cristiana ortodoxa. "Rusia es, en esencia, un país ateo", señala. En la clase política rusa, sin embargo, más allá de las diferencias en el léxico y en la valoración del conflicto, hay consenso en la actitud ante los serbios. "Hubo una época, en 1992.y en 1993, en que los serbios luchaban por la opinión pública en Rusia, pero ahora ya no tienen que luchar por ella".

Kozhokin considera que los países del Mediterráneo, como Italia, tienen en general una política "más razonable" que Alemania y Estados Unidos. Los alemanes, dice, "han visto viejos diablos en los serbios", y los norteamericanos, -la "única superpotencia"- son prisioneros de una "imagen negativa" de los serbios como sangrientos chetniks".

Turquía juega un papel "desestabilizador" en los Balcanes, en opinión de Kozhokin, ya que pretende "realizar una política de potencia regional", volviendo a una situación propia del siglo XIX. En su lucha por influir en. los Balcanes, Ankara se apoya en dos países: en Albania -"cuyo Ejército está y siendo reformado con ayuda de instructores turcos"- y en Bosnia-Herzegovina.

El embargo de armamento a la ex Yugoslavia ha sido un "total fracaso", porque una importante parte del contrabando se realizaba "por vía aérea" hasta Croacia y, de allí, circulaba por tierra hasta Bosnia, después de' que los croatas se quedaran con un porcentaje de la carga. "Eso, sin hablar de los suministros directos, ya que Croacia durante la vigencia del embargo ha creado un ejército magníficamente equipado que ha demostrado de lo que es capaz", dice Kozhokin.

"La mayor parte de los oficiales croatas", afirma, "se han preparado en academias militares alemanas".

En lo que al aprovisionamiento de armas se refiere, la situación es "algo diferente" en Serbia, que tenía una producción de armas bastante desarrollada y' la parte del león del Ejército yugoslavo.

Kozhokin indica que no. ha habido ni "información" ni "confirmación" de eventuales suministros de armas rusas a los serbios de Bosnia. Lo que hay son voluntarios rusos que luchan de su parte, pero su núméro "nunca ha pasado de unas cuantas decenas", asegura.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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