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GUERRA EN LOS BALCANES

Observaciones de un infante español

Juan Carlos Sanz

El fusilero de Infantería de Marina Pablo Tudó, de 21 años, vio cumplidos los sueños que le rondaban durante las aburridas guardias en la base de San Fernando (Cádiz). Buscaba emociones fuertes y consiguió un destino, como voluntario en el equipo español dentro de la: Misión de Observadores de la Unión Europea (ECMM, en sus siglas inglesas), en Knin. Lió su petate y llegó de punta en blanco, en uniforme de observador y patillas de rockero, a la capital de la autoproclamada República Serbia de la Krajina el 1 de agosto. Tres días después estalló la ofensiva croata y comenzaron a llover cohetes y granadas de mortero.El terremoto sorprendió al único español de Knin mientras dormía. "A las cinco de la madrugada del viernes [día 41 se puso a temblar la casa de la familia serbia en la que estaba alojado... Eran muy buena gente", recordaba con tristeza el miércoles este soldado profesional, nacido en La- Coruña. Se hallaba sano y salvo en el cuartel de la ONU en Knin, donde se refugió con el resto de los miembros de la misión de la UE y unos 700 civiles. El sótano del centro de la ECMM no ofrecía suficientes garantías de seguridad en los primeros momentos del ataque, cuando la artillería croata machacó las defensas serbias en Knin.

Atrapados por los tanques

"Nadie pudo salir del cuartel de los cascos azules hasta el día 6; cinco tanques croatas estuvieron apostados -en la entrada principal durante más de 48 horas, y no pudimos saber lo que ocurría en la ciudad. Nadie vio cadáveres en las calles", explicaba en medio del griterío de los soldados jordanos de la ONU y los refugiados serbocroatas. "Llegan familias ente ras que no consiguieron huir. Éste es el único sitio donde se puede estar seguro", aseguraba mientras arqueaba las cejas. "No he podido hablar directa mente con mi familia ni con mi novia, pero me consta que saben que me encuentro bien", añadió con aplomo. "He tenido suerte, aunque los petardazos han caído muy cerca ' ".La comida no escasea en las despensas de la ONU en Knin y los miembros de la Fuerza de Paz en Croacia (Uncro) han recobrado la libertad de movimientos. Cuando sus compañeros pudieron visitar las dependencias de la misión de la UE comprobaron que tampoco se habían librado del saqueo masivo que ha sufrido Knin tras la conquista croata. Les habían robado todo. "No conozco muy bien la situación interna de Croacia, sólo sé que éste era un lugar muy normal y ahora se ha quedado vacío", explicaba el fusilero, el observador, el joven rockero Tudó con expresión melancólica al despedirse de las alambradas del cuartel de la ONU.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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